La policía de Río de Janeiro ha encontrado partes de un cuerpo humano mutilado en la arena de la playa de Copacabana. El hallazgo se ha producido a escasos metros del lugar donde se celebrará en agosto el torneo de vóley playa correspondiente a los Juegos Olímpicos de 2016.
El descubrimiento pone de nuevo en entredicho la preparación de la ciudad brasileña de cara a garantizar la seguridad de todos los deportistas y visitantes que acudan a Río para las Olimpiadas. El aumento del crimen en la ciudad es uno más de los problemas que empiezan a preocupar seriamente a la organización de los primeros Juegos que acogerá el continente sudamericano.
A los temores de los deportistas por la incertidumbre sobre el virus del zikazika, se han unido desagradables incidentes como la violación de una ciclista lituana o la ejecución de un jaguar que acompañaba a la antorcha olímpica. La inestabilidad política y económica del país son, sin embargo, la mayor amenaza. Y es que el desembolso económico que ha supuesto la organización de los Juegos ha obligado al estado de Río ha solicitar fondos de emergencia para asegurar la financiación de los servicios públicos. Una situación que sigue provocando revueltas y protestas en las calles.