No siempre una derrota por 1-0 significa haber estado cerca de empatar. Es lo que le ha ocurrido en el Vicente Calderón al Espanyol, que ha acabado perdiendo por un gol concedido en el minuto 3 y nunca ha tenido al alcance la igualada, pese a que llegó al descanso con opciones después de evitar que el segundo clasificado despegara con claridad hacia su novena victoria en el campeonato, con la que evita que el Barcelona se le marche un poco más. No ha creído en la remontada después y ha podido acabar mucho más dañado en el tramo final ante un Atlético negado ante la portería contraria.

La concentración, factor indispensable para aspirar a sacar algo positivo de un partido muy exigente, como estaba escrito que tenía que ser el del Calderón, le volvió a fallar a las primeras de cambio al conjunto blanquiazul. La madurez por la que suspira su entrenador no apareció por ningún lado y el Atlético golpeó en su primera llegada. Griezmann convirtió en gol un delicado toque anticipándose a Roco en el primer remate a puerta del encuentro después de que Óliver se fuera de Álvaro sin problemas aparentes.

Quizás fue que la presencia del exjugador del Oporto sorprendió tanto a los defensas del Espanyol como a la propia parroquia rojiblanca, que no esperaba que Carrasco le dejara su sitio, como tampoco que lo hiciera Torres en beneficio de Vietto, además del obligado relevo del sancionado Gabi por Saúl.

El caso es que el cuadro catalán trataba de organizarse desde un repliegue inicial más o menos previsto y se encontró por detrás en el marcador a las primeras de cambio, lo que le llevó a replantearse sobre la marcha su estrategia para intentar sacar algo en claro de un estadio donde solo ha podido ganar el Barça y empatar el Madrid. Un plan que tuvo que pasar necesariamente por evitar que el Atlético aprovechase el tirón. Lo consiguió a base de mecanismos de precaución en el centro del campo, pero no encontró durante mucho tiempo cauces para llevar a cabo un despliegue ofensivo mínimamente preocupante para Oblak, que fue un espectador durante más de media hora, como le ocurriría después durante casi todo el segundo tiempo.

LESIÓN DE TIAGO

Giménez resolvió con autoridad un primer intento de Asensio, a quien no encontraban sus compañeros para armar alguna llegada potable, Roco cabeceó alto en una falta sacada por el mallorquín y Hernán Pérez desaprovechó la única ocasión visitante en todo el primer tiempo al recibir completamente solo recrearse en la suerte y acabar tapado por Filipe Luis y Saúl.

Tampoco produjo mucho más ofensivamente hasta el intermedio el Atlético. La lesión de Tiago, que se hizo daño el solo al golpear duramente a Asensio por detrás, trastocó su organización y los rojiblancos apenas inquietaron nuevamente a Pau con dos tiros fáciles de Koke y Juanfran.

Pudo rediseñar el plan Sergio González cara al segundo tiempo y ocurrió que cerca estuvo de sobrevenir una falta de atención como la que provocó el único tanto del partido hasta esos momentos. Primero le abrieron pasillo a Filipe Luis dentro del área, aunque Álvaro llegó a tiempo de evitar males mayores, y un minuto después Griezmann y Vietto, este a puerta vacía, desaprovecharon sendas ocasiones en la misma jugada tras un saque al centro de Pau al centro y un mal pase de un defensor.

EFECTO CONTRARIO

Al cambio conservador de Simeone al dar entrada al inédito Thomas por Vietto respondió Sergio con el mucho más ambicioso de Gerard Moreno por Abraham. El efecto fue radicalmente contrario al perseguido por el técnico del Espanyol. Se soltó mucho más en ataque el cuadro rojiblanco, que empezó a encadenar ocasiones, incluidos dos remates a la madera de Godín y Koke, y Pau evitó a última hora que el citado Thomas marcara el segundo con un gran disparo desde fuera del área. El equipo blanquiazul, por su parte, no amagó más que con un tiro desviado de Moreno tras cazar un rechace.