EL DUELO DE CORNELLÀ

Un derbi que vale una Liga

El Barça se conjura para lograr un triunfo que le acercaría al título ante un Espanyol beligerante y ultramotivado

Sergio Gonzálezy Luis Enrique charlan amistosamente,ayer en el Power 8. / JORDI COTRINA

todo se produjo a la misma hora. El sorteo de la Champions coincidió con el final del entrenamiento del Barça en Sant Joan Despí y del Espanyol en Cornellà. No quería Luis Enrique decir ni una palabra de la competición europea y liquidó el tema por la vía rápida ante la insistencia de los medios. Solo le importaba un partido, el derbi de hoy en Cornellà, donde nunca ha perdido el Barça. Si hoy vence presionará al Madrid, al que saca dos puntos y visita mañana al Celta, por lo que daría un paso decisivo hacia el título. El Espanyol no lo pondrá fácil. No se juega gran cosa, solo aspirar a la séptima plaza, que tiene complicada, pero no importa. Es su partido. Es el encuentro que desean ganar todos los pericos.

«Vamos a territorio hostil», resumió el técnico asturiano, que utilizó sus dos dedos índice para escenificar las comitas al referirse al campo enemigo. No era necesario. Es tal cual. El Power8 es el escenario más complicado que le queda por visitar al Barça en su camino hacia el título. El Espanyol no regalará nada. Como siempre. «Todos somos conscientes de la alegría que significaría ganar este partido para la afición. El día de Sant Jordi la gente se acercó a nosotros y nos transmitió sus sentimientos. Ojalá podamos responder a esa ilusión», proclamó Sergio González.

CORDIALIDAD EN LOS BANQUILLOS / No faltará la tensión en el césped. Sergio ya pidió a sus jugadores que no se arruguen ante el Barça. Quiere un equipo aguerrido, sólido. Al límite. «Hay que ser competitivos, agresivos, jugar con las líneas muy juntas, hacernos fuertes, duros y aprovechar nuestras opciones con el balón para hacerles daño». Esa es la obsesión del técnico. Que el Barça no pueda pensar y para ello el despliegue físico será tremendo. Como en la primera parte del partido disputado en el Camp Nou, cuando el Espanyol plantó cara al Barça antes de venirse abajo tras el descanso, cuando se impuso la lógica del más talentoso.

En el césped no habrá concesiones, aunque en los banquillos habrá dos colegas, dos tipos que coincidieron en activo y que mantienen una buena relación, como se pudo ver en el cordial encuentro de ayer en Cornellà. «¡Estás fuerte, eh!», le soltó Sergio a Luis. «Fuerte estás tú, cabrón, que casi me rompes el brazo», respondió entre risas Lucho. «Le tengo aprecio a Luis Enrique, coincidimos en el Mundial de Corea y Japón, y estuvo muy atento con nosotros. Le deseo muchos éxitos, pero no en el derbi. Él sabe las ganas que tenemos nosotros y se lo pondremos difícil», valoró el preparador blanquiazul.

COMPENSAR LA COPA / El Barça se jugará la temporada en apenas 18 días, en los que jugará seis partidos fundamentales. El derbi será el primero de un maratón que acabará en Múnich el 12 de mayo. «No lo he pensado en ningún momento pero, como todo el mundo me lo pregunta, reconoceré que sí, que estamos donde queríamos estar. Es decir, que estamos en una excelente forma en el momento decisivo de la temporada y eso me reconforta mucho», apuntó Luis Enrique, quien reconoció ver con «mayor distancia y frialdad» estos derbis desde el banquillo que en el campo.

El técnico asturiano cree que lo más normal es que el Barça y el Madríd aún se dejen algún punto en las seis jornadas que faltan. «¡Ojalá me equivoque por lo que hace referencia a nosotros!». Pero el equipo se encuentra en plenitud después de su brillante pase a las semifinales de la Champions. La importancia del partido llevará a Luis Enrique a presentar su mejor equipo, al igual que Sergio, que tiene la baja del sancionadio Víctor Sánchez. «Ganar al Barça nos daría mucho prestigio y compensaría el sabor amargo de la Copa», insistió el entrenador perico, que no olvida la desilusión sufrida contra el Athletic en la vuelta de la semifinal. Ese teórica gran noche acabó con lágrimas y una victoria ante los azulgranas serviría para atenuar el batacazo contra los vascos.

EL RECUERDO DEL 'TAMUDAZO' / No sería la primera vez que el Espanyol deja al Barça sin Liga. En la memoria de los pericos siempre estará el histórico Tamudazo de la temporada 2006-07. Entonces, el Barça y el Madrid llegaron igualados a 72 puntos a la penúltima jornada. Todo parecía encaminado hacia el éxito culé. El equipo catalán ganaba 2-1 en el minuto 89 y el merengue caía por el mismo resultado en Zaragoza. El panorama cambió en 18 segundos. Van Nistelrooy puso el 2-2 y Tamudo hizo lo mismo en el Camp Nou instantes después. El Espanyol dio la Liga al Madrid. Hoy tiene la ocasión de repetir algo similar en su estadio, pero el Barça es el favorito. No hay duda.