Eterno Etoo

El astro camerunés, de 33 años, firma hasta el 2018 por la Sampdoria, su décimo club desde que debutó como profesional en el Leganés en 1997

Samuel Etoo saluda a los aficionados de la Sampdoria en el Luigi Ferraris. / AP / CARLO BARONCINI

José Mourinho es el primero que duda de su verdadera edad. «Tengo un equipo, pero no un delantero. Bueno, tengo a Etoo, pero tiene 32 años, quizá 35, quién sabe», comentó el portugués hace 11 meses. La exnovia de Samuel, Anna Barranca, añadió más leña al asegurar que el padre de su hija Annie había nacido en 1974 y no en 1981, como figura en todas las fichas. Como decía Mou, quién sabe. Tenga mayor o menor edad, Samuel Etoo (Nkon, 33 años) parece eterno. El martes se hizo oficial su fichaje por la Sampdoria, que lucha por entrar en la Champions. El león indomable, que lucirá el dorsal 99 y firma hasta el 2018, sigue en la élite. En Genóva jugará en su 10º club desde su debut como profesional con el Leganés en 1997.

Del delantero camerunés siempre se recordará su extraordinaria frase del 2004, cuando fichó por el Barça en una operación valorada en 24 millones de euros. Procedía del Mallorca, pero el Madrid tenía el 50% de los derechos. «No puedo prometer 50 goles, pero si prometo que correré como un negro para vivir mañana como un blanco». Y Etoo nunca faltó a esa verdad. Siempre corrió, siempre marcó goles, siempre fue un ejemplo de profesionalidad y sacrificio.

EL ERROR DE BRINDISI

El rebelde Etoo empezó a jugar a fútbol en el barrio de New Bells de su poblado natal. Después pasó por el Avenir y la Kayi Sport Academy. Desde muy pequeñito se vio que era un diamante, un astro que daría mucho que hablar. El Madrid fue el primero que se fijó en él. Un amigo camerunés de José Luis López, miembro de la estructura técnica del club blanco, aconsejó el fichaje de una bala hambrienta de éxitos que quería competir contra mayores que él. Etoo llegó a la cantera blanca con la máxima ambición, pero se marchó cedido al Leganés, donde empezó a dejar su sello con múltiples anécdotas. Luego llegó el Espanyol, tras un acuerdo entre Daniel Sánchez Llibre, el presidente perico, y Juan Onieva, vicepresidente blanco. Fue cedido sin opción de compra porque Pirri no quería perder el control sobre su perla. Pero Miguel Ángel Brindisi no confió en el africano. «Samuel era ya un diablo increíble», recuerda el exjugador Cristóbal Parralo. Etoo acabó enfrentado con el técnico y cedido al Mallorca, donde inició su gran explosión.

En el verano del 2004 el Barça acertó de lleno con su fichaje. En el Camp Nou se ganó la admiración de todos. Firmó cinco años espectaculares, con tres Ligas dos Champions como éxitos más destacados. Tampoco faltaron las polémicas con RijkaardSandro RosellRonaldinho Pep Guardiola. Jamás se calló el camerunés, que dejó para el recuerdo sus gritos contra el Madrid en una celebración o su enorme cabreo en un acto benéfico en Vilafranca con el vestuario en plena ebullición. «A ver si alguien tiene los huevos de decírmelo a la cara». Se dudó de su profesionalidad y no lo toleró.

EL MEJOR PAGADO EN RUSIA

Se marchó al Inter en un error histórico a cambio de Ibrahimovic y 45 millones. También ganó la Champions con Mourinho y puso rumbo al Anzhi del magnate Suleyman Kerimov. En Rusia se convirtió en el futbolista mejor pagado del planeta (20,5 millones por año), con avión privado incluido. Estuvo dos temporadas, siguió marcando goles, y volvió a reencontrarse con Mou en el Chelsea. El Everton fue su último destino antes de volver a Italia, gracias a la insistencia del presidente Massimo Ferrero y el técnico Sinisa Mihajlovic, el exjugador serbio del Lazio y el Inter, capaz de marcar tres goles de falta directa en un mismo partido. «Etoo está aquí para hacernos crecer. Es un campeón con todas las letras», dice el exlateral izquierdo.

El domingo pasado ya saltó al césped del Luigi Ferraris a saludar a su nueva afición, que le recibió con una pancarta que ponía Termi-Eto'or. En Génova continuará una carrera marcada por los conflictos, los títulos, las polémicas y los goles a partes iguales. También por la sinceridad. Porque Etoo siempre ha dicho verdades. Por ejemplo, cuando le preguntan por Leo Messi: «Es Dios, y más aún como persona. Le conocí cuando era un chico y le vi crecer. Se lo merece todo. Espero que los dioses le bendigan y pueda ganar algún Mundial con Argentina». Donde no jugará más el delantero es con su selección, en la que ha vivido todo tipo de historias desde su debut con 15 años. Aunque nunca se sabe. Como ocurre con su edad. Etoo es único, inconfundible y eterno.