La ronda española

Valverde sorprende con un inesperado ataque camino de Córdoba

Atacó a 24 kilómetros de Córdoba con un doble objetivo: divertirse y poner nerviosos a los demás. Y ambas cosas consiguió. Se lo pasó bien Alejandro Valverde por los montes que rodean la capital cordobesa y obligó a entrar al trapo al Tinkoff de Alberto Contador y al Katusha de Purito Rodríguez. «Sabía que no iba a ninguna parte, pero quise poner nerviosa a la gente para obligarlos a trabajar», explicó en meta el ciclista murciano, en una etapa que al final se resolvió al esprint con victoria del alemán John Degenkolb y con el australiano Michael Matthews al frente de la general.

Valverde comenzó ayer también a descubrir sus planes para la Vuelta. El ataque, además, era en beneficio de su compañero Nairo Quintana, el gran jefe del Movistar.