Solo se puede sacar una lectura positiva para Alejandro Valverde en la primera de las tres etapas por los Pirineos de la 101ª edición del Tour de Francia, donde este martes el conjunto Movistar, con un extraordinario trabajo para su líder, ha conseguido noquear a Romain Bardet y Tejal van Garderen, que amenazaban al ciclista murciano en su reto por subir al podio de París. La primera plaza, la de Vincenzo Nibali, no ha tambaleado en ningún momento, aunque el conjunto español ha conseguido aislar al jersey amarillo, que en la decisiva ascensión a Balès se ha quedado sin gregarios.
Michael Rogers ha sido el mejor en la previsible fuga: ha aguantado y se ha jugado la victoria. El australiano, que ya ganó dos etapas en el Giro, ha evidenciado lo que ya se comprobó el sábado pasado con Rafal Majka. Alberto Contador tenía el mejor equipo para la montaña en muchos Tours, lo que aumenta la rabia por su caída y abandono en los Vosgos.
Pinot, al nivel de Nibali
La 16ª etapa también ha servido para ver que Thibaut Pinot es un extraordinario escalador, el más fuerte de la carrera, este martes al mismo nivel o incluso mejor que Nibali, ya que en los últimos metros de Balès ha distanciado primero a Valverde y luego al italiano, que han preferido no responder al potente esprint de la joven figura francesa. Sabían que el descenso no es su mayor habilidad con 21 kilómetros para la meta de Bagnères de Luchon.
Joaquim 'Purito' Rodríguez ha cedido por tan solo un punto el jersey de lunares como líder de la montaña a Majka, que ha puntuado en la cota de cuarta categoría que figuraba en el kilómetro 25 de la etapa. La intención del corredor catalán es escaparse camino del Pla d'Adet para amarrar la clasificación de la montaña, su objetivo en este Tour.
Este miércoles, segunda jornada pirenaica, explosiva y cargada de obstáculo detrás de obstáculo: Portillon, Peyresourde, Val Louron y la subida final al Pla d’Adet, con la discusión de si es más etapa reina que la siguiente, con llegada a Hautacam y paso previo por el Tourmalet.