Público exigente el barcelonés. Será la frialdad catalana o que la excelencia alcanzada por el Barça ha puesto muy caros los aplausos en esta ciudad, pero a los asistentes este lunes en elMoll de la Fusta a la primera jornada del concurso de saltos de gran altura les costó entrar en calor. Y no es que hiciera frío en un abarrotadoPort Vell, pero ese sol de justicia a la hora de la siesta aletargaba al más entusiasta.
Miles de personas asistieron a los vuelos desde27 metros de los mejores saltadores del mundo, aunque pocos estaban allí atraídos por la competición. La mayoría eran turistas que se la habían encontrado en su camino hacia laBarceloneta, laRamblao elMaremàgnum y aprovechaban para llevarse una foto o un vídeo de recuerdo.
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