Pocos son profetas en su tierra. Quizá unos elegidos, como Johan Cruyff, a quien desde ayer el Museo de Ámsterdam dedica una espectacular retrospectiva desde sus inicios en el Ajax hasta su etapa como entrenador en el Barça. El propio Cruyff asistió a la inauguración de la exposición, donde se hizo fotos con aficionados y también excompañeros suyos de aquel legendario Ajax al que llevó a ganar tres Copas de Europa consecutivas (1971, 1972 y 1973) con un fútbol total que cambió la historia y la concepción de este deporte. Cruyff, que durante el acto depositó en el museo uno de los tres Balones de Oro que conquistó como jugador (1971, 1973 y 1974), no paró de fotografiarse con seguidores, ya que la muestra, titulada Johan y yo, también recoge testimonios de aficionados y exjugadores que en su día conocieron o tuvieron relación con el holandés volador. La retrospectiva también recoge su etapa como entrenador, tanto en el Ajax, al que llevó a conquistar una Recopa de Europa en 1987, como en el Barça, con el que ganó cuatro Ligas consecutivas (1991, 1992, 1993 y 1994), así como la primera Champions del club (1992), cambiando la historia de la entidad y fijando los cimientos de la historia moderna azulgrana. Por eso Cruyff es leyenda, también en su casa.