Hasta que tenía 14 años,Clara Espar no escogió entre el waterpolo y elbaloncesto, sus dos grandes aficiones, fruto de esa cultura deportiva que siempre se ha vivido en casa de los Espar y que la llevó a practicar también eltenisy lanatación.
De esa cultura también disfrutan la madre, Anna, unaultramaratonianaamante de las carreras de montaña, y el hermano mayor, Pol, de 23 años, practicante detriatlones. "Hacía natación, pero era aburrido, y también baloncesto. Y elwaterpoloes una mezcla de los dos deportes", apunta como explicación.
>> Lea la información completasobre la dinastía familiar de campeones en e-Periódico.