Cara, muy cara, le salió a Jonathan dos Santos la juerga con la que presuntamente quería celebrar una victoria de la selección mexicana sub-22 ante Ecuador y su inminente participación en la Copa América al lado de su hermano Giovanni. Lo perdió todo. Y más. Porque unas prostitutas, invitadas a la fiesta, le robaron y porque su nombre ha quedado manchado. Quién sabe si su carrera en el Barça ha quedado también ya cancelada.

Una cana al aire, furtiva, ha derivado en una torpeza colosal que ha dado la vuelta al mundo. Jonathan es uno de los ocho jugadores expulsados de la selección para el torneo de Argentina, que empieza el viernes, y durante seis meses, por la colectiva falta de disciplina que cometieron el sábado tras ganar un amistoso ante Ecuador y celebrar el triunfo de la absoluta de México en la Copa de Oro.

Los involucrados denunciaron el domingo por la mañana que habían sufrido robos de móviles, ordenadores, objetos electrónicos y dinero. El gerente del establecimiento se defendió aportando imágenes de vídeo que registraron la entrada de prostitutas a varias habitaciones (la 103, la 109, de Jonathan y Néstor Vidrio, la 115, la 120 y la 121) el viernes y el domingo. Casi todos los ocupantes quedaron ayer excluidos del equipo y recibieron, además, una multa de 4.000 euros que la federación dedicará a beneficiencia.

Llueve sobre mojado en México, que se ha visto sacudido con otro escándalo de sus internacionales consexoservidoras.En septiembre ya habían sido castigados 13 jugadores en otra fiesta nocturna en Monterey, tras otro partido, curiosamente, ante Ecuador. Entre ellos, Giovanni, el hermano de Jonathan; Chicharito Hernández, el delantero del Manchester United, y el centrocampista del Deportivo, Guardado. Los jóvenes siguieron un mal ejemplo y empezaron a pagar ayer las consecuencias.