El Giro de Italia llora la muerte del ciclista belga Wouter Weulandt, de 26 años, que se ha dejado la vida en el descenso del Passo di Bocco, un puerto de tercera categoría situado a 25 kilómetros de la meta de la tercera etapa que se disputaba entre Reggio Emilia y Rapallo.
La caída de Weylandt se ha producido pasadas las cuatro de la tarde, con el pelotón lanzado en la persecución de los escapados del día. El ciclista del Leopard ha caído de manera espectacular y enseguida se ha visto que se trataba de un percance muy serio. Ha sido un golpe en la cabeza contra el muro protector de la calzada que ha dejado inconsciente al corredor.
La TV ha retransmitido unas imágenes dramáticas de Weylandt tendido en el asfalto. Los médicos, con el doctor Giovanni Tredici al frente, han acudido en su ayuda y no han tardado en comprobar que se encontraba inconsciente en medio de un enorme charco de sangre. Una parada cardiorrespiratoria que ha requerido de masajes de reanimación sobre el asfalto.
Las maniobras obtuvieron éxito, por lo que Weylandt había sido trasladado en helicóptero al Hospital de Génova, donde no se ha podido hacer nada por salvarle la vida. Una hora más tarde, pasadas las 17.00 horas, ha llegado la comunicación oficial del fallecimiento de Weylandt. "Weylandt tenía una fractura en la base del cráneo y algunas en la cara. No ha respondido a los masajes de reanimación", ha declarado el doctor Tredici.
Cuarto fallecido de la historia
El corredor Jorge Azanza (Euskaltel Euskadi) se ha mostrado impresionado tras observar a Weylandt tendido en el asfalto. Azanza, quien también se había visto afectado por una caída un kilómetro antes de donde se produjo el fatal desenlace, comentó su impresión al pasar por la zona del accidente. "Me caí, me levanté y luego vi a Weylandt en el suelo. No he querido ni mirar", ha señalado.
La muerte de Weylandt eleva a cuatro el número de ciclistas fallecidos en el Giro de Italia. El primer corredor que perdió la vida en la ronda italiana fue Orfeo Ponsin, en 1952, cuando cayó en el descenso de la Merluzza, en la cuarta etapa, Siena-Roma.
El español Juan Manuel Santisteban sufrió una caída mortal en la primera etapa del Giro de 1976, el 21 de mayo, y murió en Catania. Y diez años después, el 28 de mayo de 1986, el italiano Emilio Ravasio falleció a consecuencia de la caída que tuvo en un descenso de la primera etapa.