Fernando Alonso acabó el año 2010 con un polémico enfrentamiento con la prensa portuguesa. El piloto, celoso de su vida privada, llegó el pasado 29 de diciembre a Porto Santo, isla cercana a Madeira, donde tenía planeado pasar el fin de año junto a su mujer, Raquel del Rosario.
Pero, tras desembarcar y nada más llegar al vestíbulo del aeropuerto, Alonso montó en cólera al ver que un grupo de reporteros le esperaba para hacerle preguntas. Alonso amenazó con decir a todo el mundo que la isla era "un desastre" si los paparazi no le dejaban en paz.
"Al primer fotógrafo o cámara que vea estos días, me marcho al día siguiente y diré a todo el mundo que Porto Santo es un desastre. ¿Está bien? Por favor, déjenme tranquilo. Si no, mañana mismo me marcho y todo el mundo sabrá que Porto Santo... ¿Vale?", dijo el piloto asturiano.
Esta reacción de Alonso ha indignado a la prensa de Portugal y algunos medios no han dudado en hablar de chantaje, refiriéndose a las palabras del piloto.