Drama incesante

La agricultura: el gran catalizador del trabajo infantil

El sector reúne al 27% de todos los menores que trabajan en el Líbano

Las refugiadas sirias Taman, con una gorra azul (10 años), y Hala (10 años) recogen perejil en Bar Elias (Líbano) / Lucas Vallecillos

La agricultura es la que más fuerza de trabajo infantil emplea: alrededor del 27 % de todos los menores que trabajan en el Líbano. Algo fácil de observar en las inmediaciones de la población de Chutura, en el valle de Bekaa, donde Hadi, de 12 años, siega en un campo de perejil junto a otras tres niñas. Durante un receso, Hadi cuenta que vino al Líbano “porque en Siria nos bombardearon la casa y se nos cayó encima de la cabeza”. Trabaja siete horas al día, y no sabe cuánto le pagan porque el dinero va directamente a sus padres, que no pueden trabajar. Ella y su hermano menor son los que sacan la casa adelante. Lleva las muñecas y las manos protegidas con una especie de vendaje porque “es muy fácil cortarse un dedo en un descuido”. Según Abdallah es uno de los tres sectores más peligrosos, junto a la construcción y la minería, que se caracteriza por un alto nivel de enfermedades profesionales, que se agravan debido a jornadas extenuantes.”