TERRITORIO VINTAGE

Berlanga sigue (muy) vivo

Nino Manfredi, Emma Penella y Pepe Isbert, en una escena de ’El verdugo’. / Archivo

"La raza degenera, lamenta Pepe Isbert en un momento glorioso de 'El verdugo' (1963) al recordar a aquel condenado al garrote vil que en el último instante, ya con los hierros al cuello, le regaló un reloj a quien se disponía a ajusticiarlo y le dijo: "Perdone que le moleste a estas horas". Y minutos después, mientras defiende que ese método de ejecución es un modelo de benignidad si se compara con la silla eléctrica, el viejo acerca la mano de su futuro yerno a la lámpara del comedor para que se haga una idea de cuánto duele tamaña descarga de electricidad.