La obsesión de Disney por hacerse el progre

  • El gigante purga voces reaccionarias, revisa viejos cuentos y apuesta por la diversidad

  • Su estrategia de crecimiento suma críticas entre los conservadores, que lo acusan de partidismo

’Eternals’, en la que Brian Tyree Henry (detrás, el segundo por la izquierda) interpreta al primer superhéroe abiertamente gay. / Archivo

Probablemente, ninguna otra compañía dedicada al entretenimiento se dirija a un público tan amplio como Disney. Según se afirma en sus canales de promoción, la empresa trata de "difundir historias, personajes y experiencias que accedan a los corazones y hogares de millones de familias en todo el mundo", y es lógico que, para ello, se esfuerce por no ofender. Pero, ¿es eso posible en una cultura como la nuestra, construida desde las redes sociales y por tanto basada en la disparidad, la rabia y la confrontación?

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