LA ÉTICA DEL ALGORITMO

Rebeldes de Silicon Valley

Cada vez más informáticos ya no se sienten a gusto trabajando para los gigantes tecnológicos. Quieren programar sin dañar la privacidad y la democracia

Proyección de código informático alrededor de la sombra de un programador. / KACPER PEMPEL

Con 33 años, el programador barcelonés Elies Campo había alcanzado lo que otros sueñan toda una vida con lograr. En 2013, lo fichó una de las grandes empresas de Silicon Valley: Whatsapp. Pero un año después la empresa fue adquirida por Facebook. "Me encanta la mensajería, pero para mí es importante trabajar en una empresa que respeta a los usuarios. Cuando vi cómo funcionaba [Facebook], me di cuenta de lo que pasaría con Whatsapp", afirma Campo, en referencia a que actualmente la red social aprovecha parte de los datos del servicio de mensajería.