Cuando los labios rojos son un acto político

Núria Marrón | 10 octubre 2020

  • Rostros anónimos y conocidos como el de la ministra de Igualdad, Irene Montero, posan en Twitter e Instagram con los labios pintados de carmín en la campaña #VermelhoemBelem

  • La congresista Alexandria Ocasio-Cortez reivindica la dimensión política del labial rojo. ¿Qué desafíos implica este símbolo de los mandatos de belleza? Abrimos debate.

"Sírvete un trago, ponte un poco de pintalabios y recupera la calma", decía Liz Taylor, que sin duda sabía de días desastrados. Y la reina madre del quilombo vital, Coco Chanel, recomendaba a sus coetáneas que, si estaban tristes, se pintaran más los labios "y atacaran". Décadas más tarde, en un nuevo giro de guion –ya veremos que uno más en la azarosa historia del pintalabios–, jóvenes de la izquierda feminista como Alexandria Ocasio-Cortez (AOC) han incorporado el rojo sangre labial a su indumentaria política porque, la explicación es de la congresista, aporta un pellizco de "confianza" y cuidar la autoestima puede considerarse un acto "radical" en una sociedad que siempre te dice que "no tienes ni el peso ni el color de piel adecuados". 

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