CRIMINAL DE CINE

Carlos Eduardo Robledo Puch: el querubín sanguinario

La película 'El ángel' retrata la vida del asesino en serie más popular de Argentina

El joven Robledo Puch, en manos de las autoridades tras su detención en 1972. / ARCHIVO

«Un día saldré y los mataré a todos». Fue lo último que Carlos Eduardo Robledo Puch dijo ante el tribunal tras ser declarado culpable. Y probablemente a muchos de los presentes en la sala se les hizo un nudo en la garganta; antes de cumplir los 20 años, aquel hombre había cometido 11 asesinatos, una violación y un abuso sexual, dos secuestros y 17 robos. Quizá no imaginaban que hoy, 46 años, ocho meses y 25 días después de poner un pie en prisión, Robledo Puch seguiría entre rejas.

 

Buena parte de la mística que rodea al asesino más célebre de Argentina tiene que ver con la discordancia existente entre la crueldad de sus crímenes y el aspecto físico que tenía cuando los cometió. Su complexión menuda, su cabello hecho de rizos dorados y su apariencia general querúbica lo llevaron a ser apodado por la prensa como 'El ángel de la muerte', y explican el título de la película basada en sus andanzas que este miércoles llega a los cines. Tal y como lo retrata 'El ángel', Robledo Puch es un joven tan aterrador como seductor, y tan amoral que durante sus actos más atroces se comporta como si esperara el aplauso del público. De hecho, la película se recrea en su actitud sin intentar siquiera explicar su psicología. 

Por otra parte, ¿cómo explicarla? Nunca se ha llegado a saber qué lo llevó a matar. Después de todo, tuvo una infancia normal. Sus padres eran gente trabajadora que lo amaba; nunca le pusieron la mano encima ni lo maltrataron. Él mismo nunca ha dado pistas al respecto. Los médicos forenses que lo examinaron, en todo caso, lo definieron como «dueño de una agresividad ingobernable y despojada de sentimientos de culpa».

Cómplices de usar y tirar

El historial delictivo de Robledo Puch arrancó en 1970 con el atraco a una joyería; lo ejecutó junto a su cómplice, Jorge Ibáñez. Un año después, la pareja se cobró sus dos primeras víctimas mortales: el encargado y el vigilante de una discoteca, a los que sorprendieron dormidos. Su alianza criminal se rompió en agosto de 1971, cuando Ibáñez murió en un accidente de coche del que se rumorea que no fue un accidente. Robledo iba al volante.

Al poco tiempo, 'El ángel' se unió a Héctor Somoza, con quien perpetró varios asesinatos más. En 1972, tras el homicidio del empleado de una ferretería, mató de un disparo a Somoza y le quemó el rostro con un soplete. La policía encontró su documento de identidad entre las ropas del muerto y lo detuvo de inmediato. En 1980 era condenado a cadena perpetua, y desde entonces todas las solicitudes de acceso a la libertad condicional le han sido denegadas.

Desde la cárcel, se ha declarado nazi y ha asegurado que su libro de cabecera es la Biblia.  Recientemente ha vuelto a hacerse oír, esta vez a través de una carta al director de 'El ángel', Luis Ortega, en la que afirmaba sentirse insultado por la película, que parece atribuirle una pulsión homoerótica. El motivo real de su enfado, eso sí, tal vez sea otro. Como afirmó en una entrevista, lo que él esperaba era que los encargados de llevar su vida a la pantalla, a partir de un guion escrito por él mismo, fueran Tarantino y DiCaprio