Nacieron como solución para vencer los límites de espacio de los tuits, pero en los últimos meses varios hilos narrativos, diseñados de principio a fin para contar historias reales y de ficción, se han convertido en fenómenos mediáticos más allá de la red.

Es el caso, por ejemplo, de la reciente cadena de mensajes en los que el periodista Oriol Querol narraba la historia de Emilio Miró, que publicó una esquela en febrero en la que se atribuía no "haber aportado nada de interés" a este mundo. Y también el 'thriller' veraniego de Manuel Bartual y Modesto García sobre la inquietante historia de suspense de @nelagarnela, "programadora de día, 'gamer' por las noches".

Irrumpe así un nuevo género, la ‘twitteratura’, que comparte intereses con la literatura y el periodismo. Vamos a tirar del hilo de los hilos… en un hilo aquí recreado, aunque el lector tendrá la oportunidad de tirar de él en Twitter.