La proliferación de excesos verbales, vituperios y toda suerte de descalificaciones personales en las redes sociales pero también en la calle han supuesto que se llame «fascistas» a quienes no comparten el ideario político del vituperante o emisor del improperio. Además de que los aparentes fascistas –músicos, escritores, cineastas, políticos de diferentes registros, profesores de toda índole, ciudadanos de toda clase y condición– no lo son en absoluto, sucede que el fascismo fue un fenómeno histórico, político, social, cultural incluso, que respondió a un concreto periodo histórico y hoy no concurren en nuestra atribulada política ninguno de los ingredientes que posibilitaron el alumbramiento del fascismo genuino –el nazismo y la Falange, dos de sus derivadas–; a lo sumo solo cabe hablar de neofascistas y neonazis en la Europa del siglo XXI.
La política de la palabra
¿Qué significa ser fascista? Origen y actualidad del término
El adjetivo ha ocupado el espacio público y es hoy arma arrojadiza contra el discrepante político, pero es de imposible aplicación a un demócrata, sea cual sea su ideología
HITLER
Temas
Lo más visto
- MAPA| Así se ha repartido la lluvia que cae desde el viernes en Catalunya
- Los dueños de apartamentos turísticos pedirán indemnizaciones si les quitan la licencia y se desvinculan de la crisis de vivienda
- Catalunya registra el día más lluvioso desde noviembre de 2021: el temporal provoca una súbita crecida de los ríos
- "Salen pocos y están muy buscados": Barcelona acoge el único centro de España que enseña FP de relojería
- Condenados a siete años de cárcel dos mossos por una detención violenta durante el toque de queda en BCN