Cuando un adulto saluda a su vecina de rellano con un "hola, bebeeeé" hay que buscar rápido ayuda médica o rastrear el origen de la propagación del contagio. La segunda opción -la más aconsejable- da directo con Aless Gibaja (Madrid, 1988), un youtuber muy rosa que ha pasado de ídolo adolescente con sus superconsejitos en las redes a convertirse en un 'influencer' en toda regla. Una muestra: no ha habido carnaval en el que no desfilaran individuos disfrazados de él (o sea, con una lisérgica combinación de Paris Hilton, Paulina Rubio y el pequeño Nicolás).

PETER PAN

¿Quién es? ¿De qué manga ha salido? ¿Qué pastilla prohibida provoca sus 'buenas vibras'? "Solo la de chocolate blanco", anticipa encantador y educadísimo, antes de entrar en materia biográfica. Alessandro -que así se llama- tiene 27 años y es deliberadamente un Peter Pan. No quiere crecer. "A veces, incluso me despierto y pienso: 'Tengo que ir al cole'", confiesa. Le "superencantan" los Littlest Ponies y las barbies, el volante de su Mercedes está tachonado de pegatinas de Hello Kitty y no tiene, "de momento", ningún interés por el amor carnal ("¡yo estoy enamorado de todos mis bebés!").

MADRID, ROMA, LAS PALMAS

Aless es el hijo único de dos empresarios (la madre, italiana y con familia en Gran Canaria, del ramo de la alimentación y los supermercados). "Una familia muy religiosa", de misa y comunión (él interiorizó la fe, aunque más tarde la ha salpimentado con la creencia en el karma y el retorno de las buenas acciones). El matrimonio se divorció cuando él tenía 7 años. La madre se instaló en Roma y el niño se quedó con su padre en La Moraleja. No obstante, asegura, creció "superfeliz" en su mundo, rodeado de animales -insectos, reptiles y un erizo incluidos-, y viajando de Madrid a Las Palmas y a Roma.

Estudió en el SEK de Madrid, colegio para los cachorros de la élite, donde era preceptivo el uniforme, pero él lo 'costumizaba' a su aire y "en vez de mochila, llevaba bolso". Ni en el centro escolar ni en casa cuestionaban sus extravagancias, que se acentuaron a los 14 años. Fue entonces cuando colgó vídeos en Tuenti y empezó el goteo de seguidores.

PALADÍN ANTIACOSO

Hasta que recibió un chaparrón de mensajes de chavales que le confesaban ser víctimas de acoso (hoy le llegan 300 al día, que siempre contesta). "Pensé: '¡Stop, hay que hacer alco contra el bullying!'". Se puso a lanzar ráfagas de "superconsejitos para ser feliz", ha dado charlas y este viernes subió a iTunes 'ReAless',un single con letra 'antibullying' cuyos beneficios irán a parar a la Fundación ANAR (a juzgar por cómo fue su tema 'Sexy Summer' del 2014, con 2.394.996 de visitas, la recaudación promete alegrías).

Aless asegura no haber sufrido hostigamiento, pero da dentera leer la cantidad de mensajes envenenados que sus 'haters' le dejan en las redes. Algunos feos de verdad. "Siempre lo intentan, pero yo soy superfuerte -avisa-. Incluso diría que cuanto más me insultan, más ganas tengo de hacer lo que critican". Su filosofía es "cero dramas, siempre smile".

INTENSO

Sí, no pasa apuro económico y se dedica a pinchar en discotecas, animar saraos y propagar sus mensajes no aptos para diabéticos allá donde le llamen, pero también combate el clasismo, el racismo, el sexismo. "Detesto la injusticia. Los que hacen daño no saben el daño que hacen", subraya.

"No hay que tener miedo porque la vida se va en un segundo", aconseja. "Yo vivo como si hoy fuera el último día", zanja, confesando que no se queda en casa ni con 40 de fiebre. Desde hace un año se ha emancipado y ha instalado su mundo de fantasía, sus chihuahuas y su amado bolso rosa de Balenciaga en un piso de Madrid. "Yo invierto en complementos, pero no me importa que las camisetas y los jeans sean 'low cost'". La siempre titilante mezcla es el Bebé Style, coreado por 600.000 seguidores en Instagram, 251.000 en Facebook y 79.700 en Twitter. "¡Mi Pink Army!", se enorgullece.