Estado y Generalitat han formalizado este viernes el acuerdo para construir el carril bus en la B-23 entre Sant Feliu de Llobregat y Barcelona, reivindicado desde hace más de una década.
El convenio permite al Gobierno ejecutar unas obras que está previsto que empiecen a principios de 2023 para que el carril pueda entrar en servicio durante 2024.
Se estima que este nuevo vial de entrada a Barcelona permitirá que 700 buses diarios de Comarcas Centrales, el Penedès y el Baix Llobregat reduzcan el trayecto más de 15 minutos.
Ambas administraciones prevén formalizar el traspaso íntegro de la vía antes de que acabe el año. A largo plazo, la Generalitat quiere transformar la B-23 en una vía urbana para "estirar la Diagonal hasta el Llobregat".