La Botiga Solidària de Cornellà es un proyecto que nació en 2012 con el objetivo de reforzar y mejorar la tarea de reparto de alimentos a las personas en riesgo de exclusión social de la ciudad.
Cruz Roja, la Federación de Asociaciones de Vecinos, parroquias y voluntarios contribuyen a la coordinación y funcionamiento de esta tienda. El departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento se encarga de determinar la distribución de los alimentos según las necesidades de cada familia, que han ascendido a 1.084 durante el año 2015.
Las aportaciones se han enriquecido con la llegada de productos frescos: en 2015, se han recogido más de 12 toneladas de excedentes alimentarios. Esto supone un aumento del 36% respecto al año anterior, y más de un 70% respecto al año 2013, año en que se puso en marcha esta acción.
Actualmente están en el circuito de recogida de excedentes alimentarios en el mercado Centre (donde se inició el proyecto en 2013), los supermercados Lidl, Caprabo y Condis, los establecimientos de alimentación Moliner, Massana y El Capritx, y también hay aportaciones que llegan de la producción de los huertos urbanos.
Respecto a otros años, la organización confirma un aumento notable en la recogida de fruta y verdura fresca, muy importantes desde el punto de vista nutricional.