IMPLICACIONES PRÁCTICAS

El debate de los aerosoles se dispara durante la segunda ola

La discusión sobre el rol de las partículas en suspensión como vehículo de contagio se encrudece

Los expertos insisten en que hay que tener en cuenta esta vía de tranmisión, aunque la evidencia científica todavía no esté consolidada

Varios ciudadanos toman su consumición en una terraza de Sabadell.  / ANNA MAS

¿Aerosoles sí o aerosoles no? ¿Qué tienen que ver estas diminutas partículas en suspensión con la expansión del covid-19? Y, sobre todo, ¿por qué no se habla de otra cosa en estos días? El debate sobre los aerosoles, efectivamente, se ha disparado durante la segunda ola de la pandemia. Y no solo porque es un discusión que trae de cabeza a los expertos (que también). Sino por las implicaciones que podría tener para el día a día de la nueva normalidad. A bote pronto, saber si el virus se queda flotando en el aire, durante cuánto tiempo y con qué capacidad infecciosa puede condicionar muchas de las medidas que actualmente se aplican para frenar el aumento de los contagios.