La combustión espontánea de un depósito de estiércol podría ser el origen del incendio que desde este miércoles ha quemado miles de hectáreas en Vinebre (Ribera d'Ebre, Tarragona). Las primeras investigaciones realizadas por el cuerpo de Agents Rurals apuntan a que el fuego comenzó en una granja de gallinas situada en el municipio de La Torre de l'Espanyol en la que los excrementos de los animales no estaban bien almacenados. Esto pudo ocasionar un aumento de la temperatura que, a su vez, pudo generar y propagar el fuego.
Para entender este fenómeno hay que ir al origen: la fermentación, un proceso bioquímico mediante el cual una sustancia orgánica (en este caso, excrementos) se transforma en otra más simple. En este proceso de descomposición se van generando diferentes compuestos químicos. Entre ellos, el metano: un gas altamente inflamable que se produce de manera natural por la descomposición de la materia orgánica. Se trata del mismo gas que se emite de humedales y pantanos, depósitos naturales del subsuelo, a partir de la actividad humana o como consecuencia del proceso de digestión del ganado (flatulencias) y que, al alcanzar la atmósfera, contribuye al efecto invernadero.
"En este caso, es posible que el proceso de fermentación del estiércol ocasionara una combustión espontánea. Estas reacciones generan una fuente de calor que, en caso de que alcance una determinada temperatura (conocida como autoignición), pueden generar un fuego de manera espontánea. Esto puede ocurrir si los excrementos están mal almacenados y si, por ejemplo, el depósito no está correctamente ventilado para evitar la acumulación de gases como el metano", explica Vladimir Sánchez, químico, investigador, profesor y divulgador científico. "Este proceso está muy relacionado con la temperatura, así que es más probable que se produzca ante episodios como la ola de calor que se está produciendo en estos días", añade.
Cómo evitar este fenómeno
El almacenamiento de residuos agrícolas está regulado por el artículo 7 del Decreto 40/2014 de ordenación de explotaciones ganaderas. En este se establece que los sistemas de almacenamiento de estiércol como balsas o estercoleros deben estar construidos con materiales que garanticen su impermeabilidad (para evitar el riesgo de filtración y contaminación de las aguas superficiales o subterráneas) y que, además, deben disponer de una capacidad que en permita su gestión de manera adecuada. En caso de los depósitos situados a menos de 500 metros de superficie forestal, estas instalaciones deberán contar con una franja de seguridad de tres metros para evitar la rápida propagación de las llamas en caso de incendio.
Fuentes del Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació de la Generalitat explican que explotación ganadera en la que se ha originado el incendio cumplía con los requisitos establecidos por la normativa. Todo apunta a que el titular de la misma habría hecho "una gestión incorrecta de las deyecciones ganaderas que, sumado a unas condiciones meteorológicas extraordinarias, originaron el incendio".
La 'conselleria' confirma que el cuerpo de Agents Rurals, por su parte, "levantará un acta administrativa para una posible gestión deficiente de las deyecciones ganaderas que se dirigirá al departament d’Agricultura para que determine si efectivamente hubo una mala gestión”. Por otra parte, “se incorporaran diligencias penales en los juzgados a razón del incendio forestal provocado por esta gestión de deyecciones y ya será el juez o fiscalía quien determine si existe una negligencia y si esta supuesta deficiente gestión de las deyecciones ha provocado el incendio forestal".