EL FUTURO DE LA ENERGÍA

Barcelona toma la delantera en la investigación en superredes

Un laboratorio de la UPC ensaya piezas de las redes eléctricas más potentes

El consumo asiático y de renovables impulsa instalaciones de muy alta tensión

Centro de renovación e investigación Amber. / periodico

De entrada, recuerda una escultura surrealista. Sin embargo, este conjunto de torres y esferas inaugurado el 26 de enero entre Terrassa y Sabadell es el centro de investigación más avanzado de su ámbito en Europa.

El laboratorio Amber de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) genera 1,4 millones de voltios para estudiar como se comportan piezas de una red eléctrica ante esa tensión desbocada: en Europa la red alcanza 400.000 voltios.

Ese altísimo voltaje es necesario para comprobar que ninguna pieza va a fallar en infraestructuras como las líneas de muy alta tensión que conectan China e India a través de la presa de las tres gargantas o Canadá y Estados Unidos, con tensiones muy por encima del nivel europeo.

Se trata de los primeros ejemplos de superredes ('supergrids', en inglés), un concepto al alza en el sector eléctrico. “La tendencia es transportar electricidad a muy alta tensión”, explica Luís Romeral, responsable de Amber. “Esa es la manera mejor para transportar más potencia: la única alternativa sería aumentar la corriente, pero esto implicaría cables más gruesos, pesados y con más pérdidas”, explica.

COOPERACIÓN

“Es un mercado que mueve anualmente 80.000 millones de euros, sobre todo en los países en desarrollo”, explica Joan Pérez, director ejecutivo de SBI Connectors, la empresa que ha proporcionado las máquinas de Amber, mientras la UPC ha puesto a disposición espacios e investigadores.

El aumento del consumo en China, India y Pakistan ha impulsado la creación de redes de muy alta tensión. En Europa, las perspectivas están vinculadas a las renovables. “Tenemos producción de solar en el sur y de eólica en el norte, y la mayoría del consumo está en el centro de Europa”, explica Andrea Cavallini, investigador de la Universidad de Bolonia, que no participa en Amber.

“Alemania quiere reducir su dependencia del gas de Rusia. Para transportar energía al centro de Europa desde los futuros parques fotovoltáicos y térmicos del norte de África, habrá que usar cables de alta tensión sumbarinos y subterráneos”, explica Romeral.

El ejemplo sirve para explicar otro rasgo de las superredes que se investigan en Amber: el uso de corriente continua en lugar de la alterna. Por una parte, esta opción conlleva menos pérdidas cuando el medio no es el aire. Por el otro, facilita la conexión de redes de países distintos.

DAÑOS Y PÉRDIDAS

La máquina de aspecto surrealista del laboratorio permite exponer conectores y aislamientos a una altísima tensión y estudiar si se producen descargas parciales, que generan daños en el material y pérdidas de energía.  

Aunque algunos laboratorios comerciales superan el umbral de Amber, el centro de la UPC se acerca a los más adelantados y “detiene el record entre los dedicados a la investigación”, afirma Cavallini: es decir, aquellos que no se limitan a hacer ensayos por cuenta de empresas.

El centro dispone también de espacios internos a lo que era la antigua escuela de arquitectura del Vallés. Allí hay máquinas de tensiones más bajas, de altas corrientes, prensas mecánicas y una cámara de atmosfera salina: todo eso para simular la red en situaciones realistas.

Romeral asegura que las máquinas externas no plantean problemas de seguridad importantes y que consumen poca energía. No obstante, el laboratorio dispone de un sistema de detección de personas y apagado automático, para casos especiales como personas con un marcapasos.

Una alianza entre empresa y universidad

“No sé como sarán los conectores dentro de cinco años, pero nosotros los tendremos: investigamos y por eso estaremos al día”, explica el director de SBI Joan Pérez. Dos estudiantes del “doctorado industrial” promovido por la Generalitat han trabajado en el centro y encontrado trabajo en el sector, informa Pérez. Ahora el director del laboratorio Luís Romeral pretende impulsar un red española de laboratorios de alta potencia con centros del País Vasco y Madrid.