Ven al Angliru, bienvenido a la tortura

Tourmalet por Sergi López Egea

¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¿Quién me manda meterme en este berenjenal? ¿Cuánto falta para llegar? ¿No aparecerá un fantasma que dé un empujoncito de nada?¿ ¿Quién fue el perverso que colocó la Cueña les Cabres en el dibujo del Angliru? Todas estas perversidades, porque son pensamientos maléficos, se te aparecen por la mente cuando vas subiendo en bici por la más famosa montaña de la Vuelta, la que se incorporó al trazado de la prueba en 1999 cuando Chava Jiménez, tantas veces llorado, ganó entre la espesa niebla.