Basta ponerse un ratito al lado de una carretera en un día dominical, por ejemplo cerca de Sant Feliu de Guíxols o Platja d’Aro, donde singularmente se produce un encuentro inusual de ciclistas profesionales, los que a partir de este lunes disputan la Volta a Catalunya, para percatarse del tremendo peligro que supone salir a rodar o a entrenar en lo que bien se podría considerar una selva de coches.
El Tourmalet
El Tourmalet: cuando se olvida que sobre una bici va una vida
Un domingo previo de Volta, por los alrededores de Sant Feliu, donde entrenan los corredores de la ronda catalana, sirve para constatar los peligros de una carretera que muchas veces se convierte en una selva de coches.
Los corredores de la Volta 2022. /
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