El Tourmalet

El Tourmalet: 'bon Tour de France'

  • En los tiempos de Armstrong comenzaron a llenarse las salidas y llegadas de las etapas de autobuses, mientras las mujeres ciclistas dormían en albergues y debían cambiarse tras las etapas protegiéndose de miradas indiscretas.

Cecilie Ludwig celebra la victoria en la tercera etapa del Tour. / LE TOUR

Hace unos cuantos años una periodista barcelonesa fue a realizar un reportaje a una carrera ciclista femenina de cierta relevancia. Había estado unos días en el Tour. Era la época en la que ya todos los equipos masculinos se trasladaban en autocar y Lance Armstrong, dominador de un tiempo que existió, aunque fuese entre tinieblas, se movía por las llegadas y salidas de la ronda francesa rodeado de guardaespaldas. Hasta hubo una ocasión, subiendo a Alpe d’Huez en contrarreloj, quizá la vez en la que se vio a más aficionados entre las 21 famosas curvas, en las que el corredor tejano ascendió rodeado de policías, que discretamente lo seguían porque había el temor a un atentado.