Los problemas se acumulan a Tadej Pogacar lejos de la carretera donde parece tener menos controlado el Tour que sobre la ruta de la prueba. El ciclista esloveno, jersey amarillo, ha perdido este martes a un segundo gregario, con lo que solo le quedan seis compañeros, entre ellos el catalán Marc Soler, para auxiliarlo en la defensa de la primera plaza de la general.

El ciclista neozelandés, George Bennett, uno de los principales gregarios del corredor esloveno, no ha podido tomar la salida en la décima etapa, que finaliza en el helipuerto de Megève, después de haber presentado síntomas propios del covid y haber dado positivo en las pruebas que le ha efectuado su equipo, el Emirates. Se da la curiosidad de que el lunes, jornada de descanso de la prueba, la Unión Ciclista Internacional (UCI) comunicó que tras los análisis pertinentes todos los corredores del Tour, entre ellos Bennett, habían dado negativo.

La preocupación

El conjunto del UEA lleva días preocupado con que el covid no se haya instalado en el equipo después de perder también por culpa del virus la semana pasada al corredor noruego Stake Laengen. Ahora a Pogacar solo le quedan cinco compañeros de aquí a París: Mikkel Bjerg, Rafal Majka, Brandon McNulty, Soler y el suizo Hrischi, con problemas por culpa de una caída. Curiosamente Majka también ha dado positivo en los antígenos pero como la carga viral es muy pequeña se le ha permitido seguir en el Tour.

Mientras tanto, el Tour sigue aumentando las medidas de protección hacia los corredores. Después de que las personas acreditadas pudieran entrar en la zona restringida donde aparcan los autobuses de equipo ahora se ha decidido que solo lo hagan los que disponen de credencial permanente en la carrera, supuestamente con menos contactos externos al margen de los propios del Tour.