Un dia temido

Contracrónica del Tour: polvo eres y en polvo te convertirás

  • Las piedras de la ronda francesa dejaron un escenario de muchas caídas, manos doloridas, uniformes manchados y bicicletas enviadas directamente al desguace.

Chris Froome, a la llegada de la quinta etapa. / LE TOUR

Llegaban a meta con la cara y el cuerpo llenos de polvo. Los masajistas les pasaban la toalla que solo podía tener como destino el bombo de la lavadora que todos los equipos transportan en el camión mecánico. Unos se habían caído, otros habían dejado la bici para el desguace y todos llegaban con las manos doloridas y hasta con alguna muestra de sangre. Solo fueron 11 tramos, muchísimos menos que los sectores de adoquines que se presentan cada mes de abril en la París-Roubaix, la reina de las clásicas que se disputan en Francia.