El Tourmalet

Libourne, ¿cerrado por vacaciones? No, cerrado por el Tour

  • Los vecinos a los que no les gusta la ronda francesa deben huir de una ciudad tomada por la Grande Boucle.

  • Los devotos de la carrera invaden con sus caravanas la ruta de la contrarreloj, porque en esta etapa es donde mejor se identificar a los ciclistas.

Aficionados junto a las vallas del Tour en Libourne. / LE TOUR

A veces pienso que a todos los vecinos de una ciudad de 25.000 habitantes como es Libourne, a unos 40 kilómetros pero a demasiados minutos de Burdeos, seguro que no les gusta el Tour. En este caso, cuando en un fin de semana la localidad ha sido agraciada por el doble premio de dos etapas de la Grande Boucle, entonces lo mejor literamente es huir, buscar la ruta de la playa, cuando ha regresado el verano a Francia, y olvidarse del tremendo colapso circulatorio que se monta con la llegada de los ciclistas. Y más cuando el programa indica que se celebra una contrarreloj, horas y horas de calles cortadas.