La ronda italiana

Giro de Italia 2021: el primer duelo en una meta volante

  • Evenepoel trató de sorprender a Bernal en un esprint bonificado para escenificar que luchará por ganar segundo a segundo.

  • Sagan consigue la primera victoria después de un intenso trabajo de su equipo.

Peter Sagan celebra la victoria en la décima etapa de la ronda italiana. / GIRO DE ITALIA

A Jesús Montoya le ordenaron en la Vuelta a España de 1992, donde fue segundo, que se enganchara y que no quitase ojo a Tony Rominger, vencedor final en Madrid. Y tanto era el marcaje, como si se tratase del más férreo defensa que no suelta al delantero, que una vez el ciclista suizo se paró a orinar y Montoya se detuvo a su lado provocando una discusión entre ambos de lo más surrealista.

Hoy las cosas han cambiado. Hoy no se deja escapar detalle alguno en las carreras, cuyas etapas, como la de este lunes de solo 139 kilómetros, se estudian minuciosamente: el libro de ruta que entrega la organización, mapas, vídeos de Youtube y auxiliares en los coches de equipo que van ojeando el terreno e informan de cualquier incidencia. O de cómo es la meta volante bonificada; este lunes, en una localidad llamada Campello sui Clitunno, a 19 kilómetros de la llegada.

Una pancarta bonificada

Y ese marcaje, ese duelo, tan real como que el Giro celebra este martes su primer día de descanso, entre Egan Bernal (‘maglia rosa’) y Remco Evenepoel, el principal aspirante a la noble prenda, se tenía que vivir en su máximo esplendor bajo una pancarta que entregaba 3,2 y 1 segundo de bonificación a los tres ciclistas que pasasen en las primeras posiciones.

Este Giro se vive intensamente, como si fuera una batalla de guerrillas, entre trincheras. Hay que avanzar metro a metro, segundo a segundo, porque cualquier tiempo que se gane puede tener como recompensa la victoria final. Solo hay que recordar que el año pasado los dos primeros de la general (Tao Geoghegan Hart y Jai Hindley) llegaron empatados a tiempo a la contrarreloj final, en las calles de Milán.

Hace un año había mucha montaña, quizás algo menos que ahora, pero suficiente territorio para evitar lo que hasta entonces nunca se había visto; dos ciclistas igualados al frente de la general a falta de una etapa para la decisión final.

La narración

Y ahora el duelo está servido, en esa meta volante donde Evenepoel trata de sorprender a Bernal, donde el ciclista colombiano envía a sus guerrilleros para contrarrestar la furia del prodigio belga y donde Jhonatan Narváez, ecuatoriano residente en Andorra, amigo y fiel gregario de Bernal, puntúa para que Evenepoel sume 2 en vez de 3 segundos y donde el líder logra otro segundo extra para dar emoción a una etapa condenada a decidirse al esprint.

Fue el momento más intenso, más bello, más formidable, el instante para demostrar que el duelo entre Bernal y Evenepoel puede entrar en la historia del Giro. Y quedan el Zoncolan, los Dolomitas y emociones fuertes como el contacto por la bella tierra blanca de la Toscana, para despertar el miércoles a los ciclistas del sueño y el descanso de la jornada de reposo.

Fue la prueba de que Evenepoel no se ha rendido, que psicológicamente no le hizo daño el ataque de Bernal en los Abruzos. Y, sobre todo, que está dispuesto a dar mucha guerra de aquí al final para que el corredor colombiano sepa que tendrá que sudar de lo lindo para sortear la última línea de meta en Milán sabiendo que su ‘maglia rosa’ no corre peligro.

Como no corrió peligro este lunes la victoria de Peter Sagan, algo así como una recompensa a su equipo, el Bora, que trabajó salvajemente para evitar que el resto de velocistas privasen al tricampeón del mundo del primer triunfo en el Giro 2021, en lo que fue otro día de transición para Marc Soler, tapadito como la mayoría, en la posición 12ª de la general y a la espera de vivir emociones más fuertes.