Tan solo 14 segundos separan a Alejandro Valverde del podio de Barcelona. La tercera plaza sería un rotundo éxito para el ciclista más veterano del World Tour, a menos de un mes para cumplir los 41 años y que sigue al frente como jefe de filas del conjunto Movistar.

Lo aguardan seis subidas al Castell, en Montjuïc, el lugar donde tradicionalmente, desde 1964 hasta 2007, se celebró la Escalada, la prueba que cada año ponía punto y final a la temporada ciclista.

 Se trata de una subida explosiva, que se deberá afrontar antes de la bajada hacia meta, pero que puede servir para romper al pelotón y que, sin duda, cuestionará el férreo control que hasta ahora ha impuesto el Ineos para mantener no solo a Adam Yates al frente de la general sino a sus compañeros Richie Porte (segundo) y Geraint Thomas (tercero) en las plazas de honor de la Volta número 100.

 El Movistar, en cambio, solo debe cuidar a Valverde. El Ineos deberá anteponer la protección a Yates ante cualquier contratiempo de Porte o Thomas. Valverde, tras la Volta, afrontará la Vuelta al País Vasco para correr después en València y concurrir a continuación a la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja.