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El pequeño Alpe d'Huez

Orduña es el monte de las curvas, donde puedes encontrarte con Pedro Horrillo y que recuerda, salvando las distancias, al gran monumento alpino del Tour

El pelotón de la Vuelta. / EUROPA PRESS

En la Vuelta de los silencios y los prados verdes se asciende este martes por el monte de Orduña, una especie de pequeño Alpe d'Huez, un tesoro vasco que Joseba Beloki ha traído a la prueba. Él soñó, como antigua estrella de este deporte, cuando ideó la séptima etapa de la prueba, que un martes caluroso de septiembre, todavía con los colegios cerrados, y no por el puñetero virus sino por las vacaciones, las cunetas, las curvas que recuerdan al mito francés, se llenaban de cientos y cientos de seguidores alavases que aplaudían el paso de los ciclistas, los que se levantaban de los sillines para dar un mayor impulso y mucha más fuerzas a los pedales.