el Tourmalet

La historia de un petate en el Giro

En 1992, cuando los aviones no eran autobuses, Induráin se presentó a la ronda francesa y la ganó

La sinmbología del Giro, en Sicilia. / FABIO FERRARI / AP

Hubo una época en la que los aviones no eran autobuses, como ahora, tal como decía José Coronado en 'El hombre de las mil caras'. Los aeropuertos, en cambio, sí eran parecidos a los de ahora, a los de la época que nos ha dejado el covid-19: salas vacías, una terminal 1 de Barcelona con muchísimas puertas cerradas, sin que la gente haga colas, a veces de forma absurda, como era costumbre, como si el avión fuera a dejarlos en tierra. Ahora, los pasajeros esperan sentados y aguardan a que el altavoz anuncie la salida del vuelo; ahora, los familiares y los acompañantes se quedan fuera del edificio.