Reflexiones panorámicas

Pedro Ballesteros (Master of Wine): "El vino deja de ser bebida alcohólica cuando tiene valores"

El experto considera que "no tiene nada malo que se consuma menos" y que lo importante es que "se consuma vino con más valor y que esté creando más dignidad y más esperanza"

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El Master of Wine Pedro Ballesteros. / EFE

Pilar Mazo

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El prescriptor y Master of Wine español, Pedro Ballesteros, ha asegurado a EFE que "el vino deja de ser bebida alcohólica" cuando se le considera con "valores sociales, culturales, ambientales, de futuro y de desarrollo socioeconómico. Si no, es una bebida alcohólica más".

Ballesteros, quien está considerado uno de los expertos en vino más reputados a nivel mundial, ha realizado estas reflexiones, tras participar en el jurado de la final de la competición Spanish Wine Master, celebrada en Logroño e impulsada por las bodegas Ramón Bilbao, dentro de los actos de su centenario.

El momento actual es "desagradable y duro" para el mundo del vino, sobre todo, "quizá, para los vinos básicos y para algunos mercados, en particular", ha asegurado este Master of Wine, título que representa el máximo conocimiento y excelencia en el mundo del vino.

Ha subrayado también que se han producido "cambios de tendencia de consumo; la gente está bebiendo menos y eso, probablemente, sea bueno; está mirando más la delicadeza y considera el alcohol como algo que no es bueno y eso está bien".

En este contexto, ha considerado que el sector tiene que "adaptarse a todo eso para hacer del vino lo que es. El vino deja ser bebida alcohólica cuando tiene valores sociales, culturales, ambientales, de futuro y de desarrollo social y económico. Si no, es una bebida alcohólica más", ha enfatizado.

De esta crisis, se sale

Con lo cual, "las crisis, a veces, tampoco vienen mal para concentrarse en lo que hace diferente al vino de muchas otras bebidas alcohólicas", ha enfatizado Ballesteros, quien se ha mostrado optimista de que "de esta (crisis) se sale".

También ha valorado las bodegas centenarias, "y en Rioja hay unas cuantas", por su saber hacer y porque han sido "capaces de adaptarse, entender los mercados, las situaciones y desarrollar vinos que se adaptan a determinados nichos de mercados y a determinadas tendencias de consumo", lo que ha calificado de "positivo".

"No tiene nada malo que se consuma menos vino"

Ballesteros ha explicado también que su labor profesional se centra en "el vino fino, como pensamiento, cultura, diversión, fuente de empleo y desarrollo territorial" porque "el vino es, ante todo, territorios, que tienen que crear un valor añadido, una ocupación, una esperanza y una dignidad".

En su opinión, "hay que tener una cierta responsabilidad, una imagen más global, que considere el bienestar del territorio y, por supuesto, no tiene nada malo que se consuma menos vino", lo que tiene que ser es que "se consuma vino con más valor y vino que esté creando más dignidad y más esperanza" .

Por otra parte, también ha defendido la necesaria innovación en el sector vitivinícola, incluso pensar en "vinos con bajo alcohol porque la gente quiere beber menos alcohol; el vino está hecho para beberlo" y, a este respecto, ha considerado que "hay que pensar en otras combinaciones".

Innovación y pensar en el territorio

La innovación, ha dicho, es "parte de la esencia del ser humano"; la sociedad cambia, los mercados también y el sector tiene que pensar en ello adaptarse con "una visión valiente, positiva y pensando en los territorios".

Para él, el cambio climático es "una crisis grave", que requiere estimular el ingenio de viticultores y bodegueros, y que entiende que ya lo están haciendo para luchar contra este desafío.

"Pensar en otros tipos de viticultura"

También ha defendido que "hay que pensar en otros tipos de agricultura y viticultura" porque "no se pueden tener viñedos con unos riegos intensivos, con una dependencia masiva de productos de síntesis, con unos sistema de cultivo que demandan unos insumos externos que no controla el agricultor" y que están "absolutamente desaforados".

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Ballesteros ha concluido con un mensaje, desde su punto de vista positivo, de que "esta crisis (derivada de la caída de consumo en el vino) va a ayudar a proteger y a estimular a gente con ingenio que van a encontrar soluciones sin necesidad de irse del territorio".

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