Cuando en 1994 Didier Belondrade aterrizó en Rueda, poco imaginaba que su sueño de elaborar en España un gran blanco al estilo de los mejores borgoñas iba a suponer una verdadera revolución. Dos décadas después, Belondrade continúa siendo una referencia en tiempos poco fáciles para el prestigio de los 'rueda' y de su uva verdejo.

Belondrade y Lurton 2016 es su última entrega. De color oro pálido y brillante, en nariz es penetrante, con una fragancia fresca de frutas amarillas de hueso y sutiles puntas de flores blancas, vainilla y una leve nota de menta. En la boca es untuoso y con un buen frescor que da al conjunto armonía y equilibrio. Su final es largo y placentero, con recuerdos de piel de limón, hierbas de bosque mediterráneo y un ligero punto ahumado.

Como de costumbre, ganará en complejidad con un tiempo de guarda en botella.