Roberto Voerzio es uno de los viticultores más obsesivos que conozco. Su grado de perfeccionismo no se limita a cuidar la viña de la manera más respetuosa posible -como si fuera un jardín-, sino que su búsqueda del mejor fruto maduro le lleva incluso, antes de la vendimia, a cortar en dos cada racimo para eliminar su mitad inferior. Así, los rendimientos y la producción por cepa son menos de la mitad que la mayoría, pero el jugo que saca tiene una concentración impresionante.

Roberto Voerzio Barolo Torriglione 2011 (mágnum) es la primera añada que esta parcela ve la luz. Antiguamente ensamblaba la 'nebbiolo' de Torriglione con la de Rocche dell'Annunziata, pero la denominación prohibió el embotellado de dos pagos juntos. Por separado, se ha confirmado la personalidad del viñedo, con una sedosidad y textura insólitas y de camino infinito.

Un 'barolo' de ensueño.