Fame: las empanadas gallegas tradicionales también pueden ser modernas

Fame. Pero no se trata de bailar, sino de comer. Y muy bien. Solo empanadas gallegas elaboradas a mano y de forma tradicional en un obrador de Galicia y que llegan casi a diario a Barcelona a este local de la calle Sant Lluís, 105, que se inauguró en julio de 2024. Fame, por “hambre”, su significado en gallego. Vaya si entra hambre frente a la vitrina de la tienda, que grita a los cuatro vientos que si bien su especialidad son las empanadas de siempre, estamos ante un concepto moderno.

Hay unas 15 variedades de empanadas en carta. Algunas recetas, las más clásicas de Galicia, fijas, y otras que van variando según ingredientes de temporada o la inspiración del momento. Con la idea de modernizar este manjar, también hay ediciones especiales que irán saliendo de la mente de chefs y otras personalidades del mundo gastronómico que se presten al juego.

Hubo, por ejemplo, una de 'calçots' y romesco, ahora hay en carta una de calabaza, queso azul y castaña. Habrá una de fricandó, o cuando se acerque la Navidad, una receta con centollo. Eso sí, la más vendida sigue siendo la de bonito y pimiento rojo. La de toda la vida.

“En Galicia es habitual que las familias elaboren sus guisos, el relleno, y los lleven al horno del pueblo que pone la masa y hornea”, explica Estrella Justo (41 años), madre de Fame. “Aquí nosotros hemos pensado las recetas, que hemos transmitido o vamos pidiendo de forma precisa a un obrador de Galicia que nos las elabora de forma única y exclusiva para nosotros, con buenas materias primas de allí, sin aditivos, totalmente naturales, y nos las manda casi a diario. Eso sí, se hornean aquí”.

Porciones generosas

Como buena gallega, Estrella ofrece porciones generosas (de unos 400 gramos, equivalente a un cuarto de empanada) para que nadie se quede con hambre. “Está pensado para que una porción sea una comida completa y bien”. El precio de este formato varia de los 7,70 a los 9,95 euros. Para quienes compran una empanada entera, oscilan de los 29 a los 36 euros. Y el éxito es rotundo, tanto entre locales como turistas y, sobre todo, entre gallegos afincados en Barcelona.

Más allá de ofrecer empanadas, lo que ha querido esta ingeniera textil de profesión, que hace nueve años dejó su antiguo trabajo para montar la tienda Ego Gallego, otro templo de Galicia en Barcelona, es traerla en el formato 'take away' más urbanita.

'Slow fast food'

“Barcelona está repleta de locales que ofrecen comida para llevar de todo el mundo, cuando a nivel de especialidades nacionales tenemos muchas cosas que poner en valor, como la empanada. Es un producto versátil y muy práctico. Puedes hacer empanadas de casi todo, con lo que no te aburres de comerla regularmente. Se puede comer del tiempo o calentita, en cualquier lugar, y se conserva bien si no la acabas en un día”, analiza. Es decir 'slow food' llevado al terreno de 'fast food'.

El logo de esta casa transmite muy bien la idea: “Es una abuela típica gallega, con su pañuelo en la cabeza y su mandil, la llamamos Marucha, un nombre típico de mi tierra. Porque quienes tenían tradicionalmente tiempo de elaborar empanadas, una receta laboriosa, eran las abuelas, que se quedaban más en casa. Pero le hemos puesto gafas modernas, para transmitir que la hemos actualizado a los tiempos actuales y para el público más joven también”.

Gusta a pequeños y mayores

Precisamente, es otro punto a favor de la empanada, “este producto gusta tanto a los pequeños como a personas de mediana edad que se la llevan al trabajo para comer y a un público más mayor, que la tiene muy identificada como algo tradicional”, detalla.

Estrella reconoce que una de las cosas que más le gusta de su nueva vida profesional es el contacto con la gente y poder estar muy vinculada a Galicia. “Cuando abrimos Ego Gallego, no fue pensando en negocio. Yo era de las típicas que mis padres me mandan cada mes una caja de productos de Galicia. Quería que en Barcelona hubiese un lugar donde encontrar los productos reales que comemos allí, de productores. La gastronomía es una gran parte de nuestra cultura, y la añoraba. De hecho, una de las cosas que más vendíamos allí era empanada, por eso lanzamos Fame".

Rica pero saludable

"Ahora, por trabajo, viajo mucho allí, interactúo con gallegos que viven aquí, con los proveedores... Es una conexión que me permite estar siempre entre Barcelona y Galicia, no sentir añoranza de mi tierra”, explica esta empresaria que sigue comiendo empanadas regularmente. “Me encanta. Es algo goloso, rico, pero saludable. Y hay tanta variedad que no da tiempo a aburrirse”.

A eso se suma una carta de postres tradicionales gallegos como, por ejemplo, tarta de queso (que les elabora Jon Cake en exclusiva con quesos gallegos), 'bica' (bizcocho tradicional de su tierra), tarta de Santiago, cañitas de crema, tarta de la abuela y más cosas están que están por llegar. Con todo eso, seguro que ya no hay morriña de Galicia.