¿Sitios que convierten el vermut en un arte? ¡Aquí!

Pocos placeres mejores hay en este mundo que hacer un buen vermut. No es fácil encontrar lugares donde lo borden, donde se convierta casi en un arte. Pero en Barcelona hay muchos sitios que te harán feliz con sus bocados y sus tragos. En estos que enumeramos a continuación ten por seguro que así será. Toma nota. Bar Varmuteo Un mini espacio con sustanciosos bocadillos elaborados en las instalaciones del vecino Alapar y una selección de cócteles y vinos aromatizados: eso es el nuevo Bar Varmuteo. Benditto Una visita a este local del Eixample Dret pegadito a Gràcia obliga a revisar las costumbres gastronómicas de nuestro país que tienen que ver con los horarios. ¿Por qué un vermut no puede ser nocturno? Pues eso es lo que proponen aquí. Igual que hacen los italianos, que si les viene en gana vermutean cuando ya ha caído el sol. Y esto es lo que se puede probar en Benditto. Celler Cal Marino Edu Borrull abrió Celler Cal Marino el año 2009, en el barrio del Poble-sec. Desde entonces en este garito sideral se dignifica el vermuteo y en las arrugas de sus papas encuentras salitre y felicidad. Así es Celler Cal Marino. Quimet & Quimet Una taberna a proteger: desde 1914 al servicio público. Su especialidad es la conserva y la mezcla atrevida desde que, hace ya unos cuantos lustros, la familia Pérez tomó una decisión sustancial que ha resultado ser audaz y rupturista: consagrarse a las latas. Dejaron atrás la oferta de platillos, similar a la de otros lugares, y se concentraron en las latas. Productos estables y siempre disponibles, y que le han otorgado una beneficiosa singularidad a Quimet & Quimet. Las Vermudas Un local singular. Además de una carta inacabable de vermuts, es una vermutería pero con horario de coctelería, pues entre semana abre de seis de la tarde hasta bien entrada la noche. Pero el fin de semana se puede ir a la hora del vermut. Los domingos al mediodía suena música en directo. También organizan talleres y catas. Y para acompañar los tragos, ofrecen algún platillo contundente como las albóndigas pero, sobre todo, tapas frías y calientes. Bienvenidos a Las Vermudas. Bar Chiqui / Grado Sushi Bar Chiqui, con vino a granel, latas y bocatas, suma a una carta japonesa y un menú de mediodía de lo más económico. Aquí te hablan de 'uramakis' y 'yakisobas' con la misma naturalidad que toman nota de un bocadillo de chistorra. Así es Bar Chiqui / Grado Sushi. Bar Thonet Lo primero que seduce de este local es la fachada modernista: los cristales emplomados, las maderas decoradas y sinuosas y el contundente rótulo. En la mesa y en la barra, platos en los que late lo popular. Esto es lo que se come en Grill Room Bar Thonet. View this post on Instagram A post shared by Vidrios y Cristales (@bodegavidriosycristales) Bodega Vidrios y Cristales Esta vermutería de la Barceloneta sorprende por varias cosas. Por el aire viejuno que transmite autenticidad pese a haber aterrizado en 2016. Por el concepto, que nos hace viajar a las bodegas marineras andaluzas de toda la vida (es entrar y quedar atrapado por el aroma a salazón que invade la pequeña sala). Y por una oferta gastronómica que cuenta con algunos platos poco o nada vistos en la ciudad. Así es Bodega Vidrios y Cristales. View this post on Instagram A post shared by V de Vermut (@vdevermut) V de Vermut Esta gastrococtelería «de barrio» en Sant Antoni pretende poner en el mismo plano la comida y la bebida, de manera que puedas maridar tapas con vermuts y cócteles. Pero sin más pretensiones que la diversión y el buen rollo. Sirve platillos clásicos y otros más originales o elaborados. Y todo, a precios contenidos. Así se come y se bebe en V de Vermut. Fino Bar El cocinero Albert Ibáñez ha diseñado una carta inteligente con menos maquinaria que una caja de Legos. es un espacio genuinamente barcelonés, a caballo entre diferentes posibilidades de almacenaje conceptual: «Entre una vermutería, un 'bar à vin', una bodega moderna...», dice Albert Ibáñez, el cocinero y uno de los seis socios. Así es Fino Bar. Superclàssic Este establecimiento detrás de la Boqueria (Floristes de la Rambla, 14) propone un vermuteo de calidad con cervezas bien tiradas, buena música de fondo, un ambiente desenfadado y tapas de toda la vida con toques originales y algo canallas, como el barrio que lo acoge, el Raval. Aquí tienes toda la info sobre Superclassic.

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