Imaginación al poder

Restaurante Somni: el juego del canelón

  • El establecimiento ubicado en los bajos del Hotel The One Barcelona propone una carta de platos de lo más enrollada. Casi todos tienen forma de cilindros que envuelven todo tipo de rellenos

Cuatro de los canelones de Somni: de izquierda a derecha y de arriba a abajo, el de arroz seco de sepia, el de ensaladilla rusa, el de ’mel i mató’ y el de aguacate y bogavante.

Cuatro de los canelones de Somni: de izquierda a derecha y de arriba a abajo, el de arroz seco de sepia, el de ensaladilla rusa, el de ’mel i mató’ y el de aguacate y bogavante.

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Ferran Imedio
Ferran Imedio

Periodista. Redactor del canal Cata Mayor

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Bienvenidos al juego del canelón. A diferencia del del calamar de la serie de Netflix, aquí no morirá nadie. Y si hay alguna muerte, será de placer. Dicho esto, comenzamos. Estamos en el restaurante Somni, en los bajos del Hotel The One, que se ha atrevido con una carta de lo más enrollada. Y no solo en el sentido figurado; también en el literal, ya que casi todos los platos son canelones. Fríos, calientes, clásicos, rompedores... En total, ¡17!

Cualquier ágape que hagas allí será a base de cilindros envueltos, todos ellos muy currados y bien cocinados. Incluso un aperitivo como la croqueta de setas viene abrigadita con una loncha de jamón es un guiño a lo que viene a continuación. Porque una visita a Somni sirve para concluir que todo es posible en formato canelón, aunque sobre el papel cueste creerlo. 

¿Una ensaladilla rusa? Pues sí. Un pan crujiente curvado acoge un interior con huevas de salmón y tartar de carabinero, y a su vez sirve de peana para una piparra.

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Como ensalada hacen el canelón de aguacate relleno de bogavante aderezado con mayonesa de coco, reducción de vinagre de Módena y huevas de salmón, y si quieres un arroz seco de sepia, no te preocupes, que también te lo 'canelonizan': lo enrollan con un carpacho de gamba y lo acompañan con un crujiente de calamar con mayonesa de lima que presentan en un plato con forma de calamar. Como ves, les gusta el juego.

En la categoría de canelones más clásicos vale la pena el de pato rustido, con su bechamel de 'foie' y sus virutas de parmesano, y en los postres el tradicional 'mel i mató' se convierte en otro cilindro en el que la gelatina de miel lleva el queso por dentro. El remate final vía 'petit fours' ('ganache' de chocolate), faltaría más, también adopta la misma forma. Una idea redonda aunque sea cilíndrica.