Desayunos a la andaluza en Madrid: 5 direcciones que te trasladan al sur

En lo que a desayunos se refiere, Madrid ha dado la vuelta al mundo varias veces. Los 'brunchs' arrasaron a principios de los 2000, desbancando a porras y churros. La década siguiente le tocó al aguacate, que en los últimos años ha reinado en tostadas con sus grasas saludables por bandera. Entre medias, hemos arrancado el día con los 'baos' al vapor en Usera o con las cafeterías de cereales en Malasaña. Mil maneras de rendir tributo a la comida más importante del día, según dice el cliché, que ahora parece hablar con acento andaluz. El auge de tabernas y restaurantes del sur en la capital ha puesto de moda desayunar como si se estuviera en Sevilla o Málaga, pero sin salir de la capital. Aquí van cinco locales, algunos recién llegados y otros ya veteranos. Casa Orellana El chef Guillermo Salazar, nacido en Sevilla, pero con experiencia en grandes casas como Arzak o Akelare, propone un 'brunch' ibérico potente y apetecible. En él nos encontramos con un mollete de Antequera con paletilla ibérica de bellota y huevos fritos con puntilla, acompañados de chichas de salchichón, una especie de picadillo, y patatas panaderas. El apartado líquido se completa con café, té, zumo de naranja o, para los que se ponen en modo fiesta desde media mañana, vino, cerveza o vermut. Un gran plan que merece la pena disfrutar en su coqueta terraza mientras el tiempo lo permita. Está en la calle de Orellana, 6. Figarilla El equipo de cocina de este recién llegado a Madrid (avenida de Concha Espina, 14) se ha formado en La Milla Marbella -quizá el mejor chiringuito de España-, así que el pedigrí está asegurado. Apuestan fuerte por el desayuno, con una carta en la que el mollete de Antequera, que desde diciembre de 2020 cuenta con Indicación de Origen Protegida (IGP), es el rey. Además del clásico con aceite de oliva virgen extra y tomate natural rallado, aquí lo sirven tostado con zurrapa de lomo o carne mechada. Para los desayunos tardíos que se transforman en aperitivo, asoman ya los molletes más contundentes, como el de secreto y queso payoyo. El Capataz Los desayunos son ley en zona de oficinas y esta taberna, situada en los bajos de Azca (Orense, 14), despacha cada día cientos de ellos. La decoración, con azulejos, sillas blancas y platos de cerámica, ya da pistas de que Andalucía está muy presente en esta casa fundada en 1981. En la carta de desayunos llaman la atención sus tostadas con cremas frías cordobesas como el salmorejo o la mazamorra de almendras, mucho más complicada de encontrar en Madrid. Además, también ofrecen mollete de 'pringá' del puchero y, los jueves, migas del pastor. La Antikaria Con dos locales (Sor Ángela de la Cruz, 30 y Doctor Esquerdo, 14), esta casa deja claro desde su fachada azulejada que aquí manda el mollete, que llevan sirviendo desde 2008. Lo traen de Antequera -cómo no- y juegan con distintas variedades como el clásico, el de cristal -más ligero-, y el integral. Se puede tomar con aceite de oliva virgen extra, también antequerano, y tomate pera rallado, con zurrapa de lomo o con manteca 'colorá'. Como dice su propietaria, Sandra Luque, "esta es la casa del mollete, del desayuno a la cena"; nunca la primera comida del día se alargó tanto. Patio de Leones Situado en la privilegiada esquina de la calle Serrano con la plaza de la Independencia (Serrano, 1), este restaurante neocañí cuenta con una privilegiada terraza mirando a la Puerta de Alcalá, en la que desayunar es todo un lujo. Son muy buenos sus churros, que se preparan en el propio local, pero también cuentan con un desayuno de resonancias andaluzas a base de tostada con tomate y jamón ibérico Cinco Jotas para coger fuerzas "desde que los gallos comienzan a cantar", como dicen en su menú.

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