Propuesta con personalidad

Enriqueta: el restaurante que gustará a las 'tietes' modernas

  • El restaurante de Enrique Granados propone cocina 'slow food' a través de recetas sabrosas y potentes de medio mundo

Bomba de tomate del restaurante Enriqueta. / Ferran Imedio

Enriqueta es nombre de 'tieta'. Así que ponerle este nombre a un restaurante puede llevar a engaño. A no ser que la 'tieta' Enriqueta sea una mujer viajada a la que le gusten los platos de medio mundo (si son picantitos, mejor), saludables en su mayoría y presentados de manera muy atractiva. Es el caso de este restaurante de la calle de Enric Granados, 107, que lleva pocos meses abierto con una propuesta gastronómica divertida y de sabores potentes que ejecuta el chef Martín Francioni y que hace honor al lema de la casa: 'Cocina sana y coqueta'.

Son creaciones paridas con la filosofía 'slow food', elaboradas con productos frescos y de calidad, jamás con ultraprocesados. Tiene alternativas para celiacos e intolerantes a la lactosa, cocinan con pasta casera y elaboran los helados 'in situ'. También cuidan el apartado de las bebidas sirviendo vinos ecológicos.

La bomba de tomate

Por todo ello, se puede considerar la bomba de tomate uno de los iconos de su carta: un tomate rosa de Barbastro relleno de stracciatella y aderezada con pesto, vinagreta de merlot y pistachos.

Caballa curada del restaurante Enriqueta.

/ Ferran Imedio

Hay más, y tan apetecibles para el gusto y la vista como la caballa curada con salsas de 'coleslaw' y de queso Filadelfia y eneldo, las berenjenas lilas asiáticas con salsa de miso y cacahuetes (untuosas y picantonas, no parece que estén fritas), el 'risotto' vegano a las tres setas mantecado con aceite de oliva, la sabrosa causa limeña 'de autor', con crema de col lombarda en vez de crema de ají amarillo y con las patatas chafadas, y los mejillones con curri verde, tan carnosos como picantes, puro 'porn food'.

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Pero igual que hay platos de raíz internacional (Francioni parece haber sellado el pasaporte en el último rincón del planeta), no hay que perder de vista otros más tradicionales como los garbanzos salteados con pulpo que enamorarían a la 'tieta' de esta Enriqueta gastronómicamente ávida de aventuras.

De postre, destaca el tiramisú tropical, con maracuyá y coco, refrescante y nada empalagoso, ideal para quienes no suelen pedir dulces.

El precio medio se sitúa entre los 35 y los 40 € (no tiene menú de mediodía).