QUÉ
Huevo 0 (ecológico)
Pan de molde
‘Tomàquet de penjar’
Aceite de oliva
Pimienta
Sal
CÓMO
Para el pan: tostar el pan de molde. Cortar cada rebanada en dos rectángulos. Repartir el aceite y la sal y restregar con el tomate, untar bien el pan crujiente.
Para el huevo: batir con buena muñeca (haz ejercicio o saldrás de la reclusión como una albóndiga) y salpimentar. Mejor, siempre, con pimienta fresca. En una sartén antiadherente, extender el huevo batido. Tiene que quedar una capa fina. Solo cocinarás una cara. Si quieres ponerte estupendo, di a la familia que es una ‘tortilla unilateral’. Coloca los rectángulos de pan (uno sobre el otro) en un extremo y cúbrelos con la oblea de tortilla. ‘Chim pum’.
Emplatado: rápido, rápido.
POR QUÉ
Cena o comida de urgencia: bocadillo de tortilla. ¿Y si lo hacemos al revés y metemos el pan dentro? De esa idea alterada parte esta sencillez, con mejores resultados para superar la situación actual que los ansiolíticos. Al cortar, aparecerán las mitades bañadas en rojo.
Puedes enriquecerla con jamón, ‘llonganissa’, anchoa, sardinilla de lata… Al preparar los paquetitos de ‘pa amb tomàquet’, coloca el añadido saleroso en medio de las rebanadas.
Dos cosas a saber: usa solo huevos número 0, que corresponden a gallinas que viven al aire libre (no me atrevo a decir si son felices: no soy psicólogo gallináceo), y reserva para los huevos una sartén específica. Lo agradecerán tus comensales.
La receta tiene relación con Leopoldo Pomés, el fallecido publicista y fotógrafo. Una vez me contó uno de sus placeres: “Hago unas tostadas de pan de molde. Tomate por los dos lados. Aceite de botella, baño las dos caras. Después hago un huevo revuelto, lo tiro encima y lo como rápidamente. Cuchillo y tenedor. Ese momento es...”. Le conté mi receta, que había publicado en el libro ‘Hecho en casa’ (Ediciones B, 2013), la quiso, se la di y con ella cerró la reedición de un libro tan inusual como necesario: ‘Teoria i pràctica del pa amb tomàquet’ (Tusquets, 2016).
He vuelto a prepararla –y escribirla– en este encierro para constatar, una vez más, lo sencillo que es ser dichoso.