Adiós a otro veterano del Eixample

Cierra el restaurante Dirty Duck tras 41 años sirviendo cocina casera

  • Los dueños del restaurante de la calle de la Diputació, junto al paseo de Sant Joan, se jubilan

La sala de Dirty Duck, el pasado viernes al mediodía. / Jordi Cotrina

No nos vamos a engañar. Dirty Duck no parecía el mejor nombre para un restaurante de comida casera que bordaba los callos y las paellas, pero a los dueños del negocio, Emilio Bardón y Raquel Miguel, no se les ocurrió ninguno mejor que este cuando abrieron, en diciembre de 1980. Suena a bar de copas, y el cartel de la entrada es algo ambiguo. Pero un hermano de Emilio, que al principio también fue copropietario, frecuentaba un local del mismo nombre en Inglaterra que le gustaba mucho y a su regreso les convenció para bautizar así el nuevo negocio, que el 30 de septiembre bajará la persiana definitivamente.