Guía de compra

¿Cómo elegir bien tu barbacoa?

Si estás buscando tu primera barbacoa o deseas actualizar tu modelo anterior, te damos toda la información para escoger entre tanta oferta

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Una barbacoa a pleno rendimiento.

De carbón, de gas o eléctrica; fija, para viajar o empotrable; más o menos sofisticada… La barbacoa encuentra su lugar en casi todos los hogares con espacios exteriores. Un aparato de cocina que se ha vuelto imprescindible nada más llegar los días soleados a nuestros jardines, a nuestras terrazas e incluso a nuestros balcones. Pero entre una impresionante variedad de opciones, cuyos precios van desde los 15 a los 3.000 euros, ¿por qué modelo decantarse? Estos son los diferentes criterios a tener en cuenta para saber qué tipo de modelo de barbacoa te conviene más.

Preguntas que debes hacerte antes de elegir una barbacoa

El número de modelos de barbacoas sigue aumentando en el mercado. Pero ten en cuenta que dependiendo de tus hábitos, tus gustos, tu presupuesto o el espacio disponible, unas barbacoas serán más adecuadas que otras. Respondiendo a estas preguntas, podrás orientar tu selección hacia un modelo u otro.

Empezando por lo básico. ¿Para cuántas personas prevés cocinar con tu barbacoa la mayor parte del tiempo? “Eso es lo primero. Por ejemplo, pregúntate si es realmente necesaria una superficie de cocina para 15 personas si soléis ser una familia de tres la mayor parte del tiempo y, como mucho, de vez en cuando recibís cuatro invitados de más. Ten en cuenta que, para elegir una barbacoa, no vale el criterio de que cuanto más grande, mejor. Porque cuando es más grande requiere más energía y hay más superficie que limpiar, con lo que debe valer la pena el gasto de tiempo y de energía”, apunta Iván Martínez, responsable de ventas de la casa Weber, referente en la producción y venta de barbacoas.

A eso sigue otra información fundamental. ¿Cuál es tu 'nivel' en la cocina al aire libre? ¿Ya tienes hábitos sobre algún tipo de barbacoa o no? ¿Eres un comprador primerizo o un reincidente? De ello dependerá decantarse por un modelo más o menos complejo. Si bien las barbacoas de gas o eléctricas son de uso muy fácil, las de carbón o de pellets requieren más dominio y motivación de ir más allá a la hora de cocinar.

Es mejor empezar, pues, por modelo sencillos y con el tiempo decidir si conviene ir más allá. "Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los modelos más básicos no tienen tantas opciones de cocción como otras que permiten cocer de forma indirecta, con rotación de calor… También podemos sumar más preguntas como ¿Qué platos o comidas te gusta cocinar en la barbacoa? ¿Eres más del tipo creativo culinario y estás dispuesto a probarlo todo o el clásico dúo de salchicha y brocheta es más que suficiente para ti?", indica Martínez.

Finalmente, una última cuestión, pero no menos importante: ¿Cuánto estás dispuesto a gastar en esta compra?

Barbacoas de carbón

Siguen siendo, con las de gas, las más vendidas. Y eso que tienen una ola de detractores, que las consideran malas para la salud. No es cierto. Si se les da un uso adecuado, los alimentos no se cuecen con las llamas y no acaban carbonizados.

Las barbacoas de carbón están disponibles con o sin tapa. Gracias a la tapa cerrada conseguimos alimentos cocinados a la perfección y nunca resecos, ya que permite una rotación del calor. La barbacoa de carbón con tapa fue inventada por el americano Weber y de allí que su 'best seller' sea el modelo Master Touch, todo un icono en la materia.

En cuanto al combustible, la barbacoa de carbón (a menos que se indique lo contrario) solo se puede utilizar con carbón o briquetas. Se debe evitar la leña, ya que genera demasiado calor y corremos el riesgo de quemar los alimentos o deformar la estructura de la parrilla.

La primera ventaja de la barbacoa de carbón es su precio. Suele ser menos costosa que su homóloga de gas. Además, destaca por su fácil mantenimiento: generalmente solo hay que cepillar la rejilla y vaciar las cenizas.

Como puntos negativos podemos citar que necesita más tiempo de preparación en el encendido (aunque en los últimos años, gracias al uso de un encendedor de chimenea, este proceso resulta mucho más fácil) y una vigilancia constante. La otra cara de la moneda es que es la que más humo produce, de ahí su prohibición en copropiedades o en el balcón.

La barbacoa de gas

La barbacoa de gas, de coste más elevado, está indicada principalmente para usuarios que buscan un aparato con el que sea fácil cocinar. Solo hay que conectar la bombona y darle a los encendedores para regular la intensidad de la llama. Eso sí, hay que tener en cuenta que estos modelos requieren espacio para instalarse con seguridad: su carro es más imponente, suelen contar con estantes laterales y hay que tener conectada una bombona de gas de propano o butano. ¡Hay que pensar en todo!

Pero, ante todo, acabemos con una idea preconcebida errónea. “Solemos escuchar a gente decir que no quiere barbacoa de gas porque los alimentos no tienen un sabor característico como en la de carbón. ¡Esto es FALSO!”, indica Martínez. “Se han hecho infinitos tests y no hay diferencia de sabor entre cocción de gas, eléctrica y carbón. Lo que sí aporta sabor es la madera, la cocción con leña, como en las barbacoas de pellets. Eso sí, la llama de la barbacoa tiene un componente experiencial, emocional, eso es a criterio de cada uno”.

Lo que da sabor son los jugos de los alimentos, también llamados grasas ligeras. Al poner los alimentos a cocinar en una parrilla caliente, se extraerán los jugos y se cauterizará la carne. Los jugos caen sobre las brasas de carbón o de gas y liberan un humo aromático que impregna la carne que tanto nos gusta. Por tanto, este fenómeno se produce tanto en una barbacoa de gas como en una de carbón.

Por otro lado, la buena noticia es que las barbacoas de gas suelen tener muchas prestaciones y se pueden completar con accesorios que se pueden añadir al electrodoméstico (quemador lateral, 'kit' de asador, carro cerrado, estantes abatibles, botones de control iluminados...).  El hecho de que vengan con tapa permite que se pueda cocinar casi todo en exterior, como si fuese un horno: carnes, arroces, pizzas, pan, pasteles, pollo... ¡Hay mil opciones! En el segmento de barbacoas de gas ahora también existen muchos modelos transportables. De este modo, uno puede llevarse su barbacoa y una bombona de cámping y utilizarla en cualquier sitio, y todo con la máxima comodidad.

Una manera de elegir el tamaño de la barbacoa es la siguiente: 2-3 quemadores para 4-6 cubiertos; 4-5 quemadores para 8-12 cubiertos; más de 6 fuegos recomendados para mesas grandes y entusiastas. Las barbacoas de gas más famosas son, evidentemente, las Weber. Sin embargo, otras marcas como Napoleón o Broil King también lo petan.

Sin embargo, la limpieza de la barbacoa de gas sigue siendo más exigente que la de cualquier otro modelo. En realidad, hay más elementos que limpiar: las parrillas, los quemadores, las tapas de los quemadores, el cajón recoge grasas... Un farragoso proceso pero imprescindible para mantener el aparato en buen estado, evitar un deterioro prematuro o, peor aún, un depósito de fuego. “No hay secreto. Cuanto más la cuides, más te va a durar. A nivel de mantenimiento, es recomendable limpiarla cada vez que se usa para que no queden manchas de grasas dentro ni residuos de alimentos en la parrilla. Por un lado, evita incendios y por otro es un tema de salud”, apunta Iván Martínez.

Barbacoa eléctrica 

Existen dos tipos de barbacoa eléctrica. La barbacoa de mesa (Tefal, Moulinex...), que se utiliza mejor en interiores gracias a su formato mini y a su precio bajo (ronda los 50 euros); y la exterior con tapa, a menudo más imponente pero sobre todo más versátil. Estas últimas son, en líneas generales, menos costosas que las barbacoas de gas o de carbón y son muy apreciadas por el público. En primer lugar, porque es el único tipo de barbacoa que se acepta en un balcón o en una propiedad compartida. Pero, sobre todo, por su control y manejo ultra sencillo: ¡necesitan un enchufe y están listas!  

A esto hay que sumar un argumento de peso para quienes tienen mayor consciencia medioambiental: es la única barbacoa de energía verde.

¡Y llegó la barbacoa de pellet!

Se alimenta con pellets de madera, elaborados a partir de restos de madera procedentes de bosques gestionados de forma sostenible. Por tanto, es más ecorresponsable que cualquier otra energía. 

Muy popular en Estados Unidos y nueva tendencia en Europa, este tipo de barbacoa cuenta con un calor que asa, hace de parrilla y ahúma la comida, como en un horno, impregnando un sabor aromático a madera en los alimentos. Además, equipada con un termostato, garantiza una cocción más precisa incluso para los principiantes, conserva la humedad de los alimentos y permite una cocción indirecta sana y uniforme sin carbonizar los alimentos, ya que no hay contacto con la llama.

A esto se suma que produce menos cenizas y por tanto es más fácil de limpiar. Sin embargo, su precio es mayor para un tamaño equivalente a las barbacoas de gas y carbón.

La barbacoa de obra

Este tipo de proyecto representa una inversión a largo plazo y debe ser debidamente estudiado. Dependerá del espacio de que se disponga, y a partir de allí, tocará decidir con qué energía alimentarla.

Barbacoa o plancha: el eterno dilema

Históricamente, cocinar al aire libre era sinónimo de barbacoa de carbón o gas. En los últimos años, esta tendencia ha evolucionado. Y al igual que la barbacoa eléctrica, la plancha es atractiva y está experimentando un verdadero 'boom'. En primer lugar por su forma de cocinar saludable y acorde con los nuevos hábitos alimentarios, pero también por fácil uso y mantenimiento.

Además, todo se puede cocinar a la plancha: la cocción se realiza por contacto (cocción indirecta), sin humo, y suele tener un formato compacto. Ya sea como único aparato para cocinar al aire libre o como complemento a una barbacoa de carbón, la plancha es una excelente opción.

Cualquiera que sea la energía por la que se opte, en el momento de comprar tu barbacoa opta por un modelo de marca reconocida que garantice la seguridad de uso, además de unos componentes que permitan asegurar su longevidad. El diseño, el tamaño y el presupuesto dependen de cada uno.