La cocina del poder sucede oculta a los ojos del pueblo. Los ciudadanos desconocen qué comen los jefes de Estado a diario, si el cocinero de palacio –la mayoría son hombres– ofrece menú o carta, si alimentan a presidentes y reyes con caprichos o de una forma saludable, si el vino se descorcha con la alegría del que no ha pagado la botella o con la responsabilidad del que administra fondos públicos.
Un libros sobre los cocineros de los monstruos
'Cómo alimentar a un dictador': manteles manchados de sangre
Durante cuatro años, el periodista Witold Szablowski buscó y encontró a los cocineros que alimentaron a Idi Amin, Sadam Husein, Fidel Castro, Enver Hoxha y Pol Pot
Gente pobre, algunos, analfabetos, llevados a palacio, o a la selva, fueron cautivados por los monstruos, por el privilegio del poder
Un dictador con las manos llenas de comida: Idi Amin. /
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