TRAGOS CON NOSTALGIA

Antigua Compañía de las Indias, cócteles 'coloniales'

La coctelería de Adriana Chía, mejor 'bartender' de España en el 2016, sirve copas inspiradas en la época de los indianos

Las ’bartenders’ de Antigua Compañía de las Indias, Adriana Chía y Anna Vilanova, en acción. / FERRAN IMEDIO

Adriana Chía sueña con comprar un billete de ida a Cuba para no volver. Mientras se lo piensa, nos regala su sensibilidad e imaginación con los cócteles que sirve en La Antigua Compañía de las Indias, la coctelería que acaba de abrir en Barcelona (Diagonal, 432). Dará mucho que hablar esta mujer que con solo 25 años ha estado ya en Hoja Santa, 41º, Tickets y Solange, que fue elegida mejor 'bartender' española en el 2016 y que en su flamante bar ofrece combinados de sabores limpios y cristalinos en los que derrocha una clase infinita, ya sea usando especias y/o aceites que cambian texturas, sabores y aromas.

"Gastronomía líquida", resume ella sobre sus creaciones, inspiradas en la época de los indianos. "La esencia de Barcelona y la calidez del Caribe", remata esta 'crack' que incluso ha creado un par de cavas ecológicos con Alta Alella, que también puedes tomar allí, solos o formando parte de algún cóctel.

Antigua Compañía de las Indias

Diagonal, 432. Teléfono: 676.05.92.86.

Por eso inventa tragos que recuerdan historias de aquellos tiempos y que están en una carta que parece un periódico de la era colonial. Por eso, la decoración de La Antigua Compañía de las Indias está llena de maderas, cueros y plantas tropicales, con detalles como una vieja máquina de escribir y un piano para uso y disfrute de los clientes. Está al final del establecimiento, junto a la bodega, más allá de la barra que recibe al visitante y que debe de ser la más larga de Barcelona.

Ambiente en la larguísima barra de Antigua Compañía de las Indias. FERRAN IMEDIO

Son tragos, frescos, amables, con poca graduación (también prepara mixes sin alcohol) ideales para combinar con platos fríos como blinis con caviar, jamón ibérico y olivas esféricas, mientras escuchas música en directo. También puedes acudir a sus talleres. 

Y dentro de unas semanas, la planta de arriba se convertirá en una sala para fumadores de puros... habanos, ¡faltaría más!