SAINT NECTAIRE
De leche cruda de vaca (Francia)
Mi preferido. Un queso de 'fermier': elaborado de manera artesanal con leche de un único rebaño de una sola granja. De intensidad media, al principio es suave pero luego deja un sabor largo en la boca. Sabe mucho a establo y tiene notas lácticas ácidas.
COMTÉ
De leche cruda de vaca (Francia)
Queso curado 18 meses. Al ser duro, se puede rallar o cortar, pero en la boca se funde (los puntitos crujientes es la caseína, la proteína de la leche, cristalizada). Para comer solo, con 'chutney' de cebolla, gratinado, fundido en un arroz o pasta, en una 'fondue'...
SERRA DEL TORMO
De leche cruda de oveja (España)
Me tiene enamorado: es único por sabor y textura. Se elabora en La Torre de l'Espanyol (Ribera d'Ebre). Se desmiga como un parmesano. Muy láctico y ácido (nada que ver con otros quesos curados como el manchego o el idiazábal), es ideal con mermelada de pimiento rojo algo picante.
SHROPSHIRE
Queso azul de leche pasteurizada de vaca (Inglaterra)
Primo anónimo del famoso 'stilton', pero con más matices. No es cremoso (no se puede untar) pero tampoco duro, sino mantecoso. Su intensidad es media (no es un cabrales ni un roquefort) y tiene notas de frutos secos. En un tabla de quesos entra por la vista por su color naranja. Perfecto con una mermelada de pera y un poco de apio.
CAPRIOLO AL TARTUFO
De leche pasteurizada de cabra (Italia)
Menos conocido que el 'pecorino tartufo', está muy equilibrado porque la trufa no sobrepasa el sabor y el aroma de este queso cremoso. Para disfrutarlo basta con untarlo en una tostada con aceite de oliva y comerla directamente o pasarla por el 'grill' para gratinar un poquito el queso.